Un ciudadano estadounidense acusado de narcotráfico escapó este lunes de la prisión Kerobokan, en la isla indonesia de Bali, con la ayuda de una escalera y una cuerda, informaron fuentes oficiales del centro.

Christian Beasley, de 32 años, salió de la celda por el tejado amparado en la oscuridad de la madrugada, escaló el muro de la prisión con la escalera y descendió por el otro lado con la cuerda, declaró a Efe el director del centro penitenciario, Tony Nainggolan.

Otro estadounidense condenado por hurto, Paul Anthony Hoffman, intentó evadirse al mismo tiempo pero fue apresado por los guardias de la cárcel, añadió el funcionario.

CON CINCO KILOS DE HACHÍS

Las autoridades penitenciarias investigan la procedencia de las herramientas que utilizó el prisionero fugado.

La policía arrestó a Beasley en agosto por la posesión de cinco kilos de hachís y estaba en espera de ser juzgado por tráfico de estupefacientes.

En junio, otros cuatro extranjeros se fugaron de Kerobokan a través de un túnel: dos continúan desaparecidos y dos fueron apresados tres días después en Timor Oriental, a más de 1.100 kilómetros al este de Bali.

1.300 RECLUSOS

La cárcel de Kerobokan alberga más de 1.300 reclusos, una población que triplica su capacidad, según el director de Seguridad de la Dirección de Correccionales, Sutrisman.

Las fugas carcelarias son comunes en Indonesia, donde la mayoría de los centros están masificados y cuentan con personal de seguridad insuficiente.