El nuevo presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, conocido como el 'Trump asiático', ha decidido poner coto al 'narco' con métodos ilegales. Desde que está en el cargo, hace poco más de un mes, más de 600 sospechosos han muerto en controvertidas operaciones policiales donde los agentes tienen barra libra para disparar a matar antes que detener y llevar a juicio. Estas ejecuciones extrajudiciales de la policía, se completan con actuaciones de patrullas civiles de vigilancia, conocidas como escuadrones de la muerte. Los que tienen más suerte y son detenidos, permanecen hacinados en prisiones en condiciones infrahumanas.