La UE da por buena la solicitud de prórroga de tres meses del brexit cursada este fin de semana por el Gobierno británico aunque la carta llegara sin la firma de su primer ministro, Boris Johnson. De ahí que el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, haya lanzado el procedimiento de consultas con los 27 en paralelo a la ratificación del acuerdo. El Consejo ya ha remitido los documentos al Parlamento Europeo que, al igual que Westminster, debe avalar obligatoriamente el acuerdo para que sea válido. Y, hasta que en Londres no concluyan la ratificación, los eurodiputados no tienen intención de pronunciarse, lo que hace prácticamente imposible que el pacto se apruebe esta semana. «Tiene que haber una ratificación plena antes de que votemos», recomendó ayer el coordinador de la Eurocámara para el brexit, Guy Verhoftstadt, a la conferencia de presidentes. La Eurocámara no descarta una sesión extraordinaria la próxima semana en caso de que Johnson logre sacar adelante el acuerdo antes del 31 de octubre. No se excluye un tercer aplazamiento. «Si hubiera problemas con la ratificación no descartaría una prórroga corta técnica», afirmó el ministro alemán de Exteriores, Heiko Maas.