Al igual que la ministra portuguesa esta mañana en el Parlamento, pido a todos los estados miembros que hagan públicas las cifras contractuales para la entrega de dosis de vacunas por país y por mes. Es la única forma de saber a cuántos europeos se puede vacunar antes del verano, ha urgido el presidente de la comisión de medio ambiente de la Eurocámara, el liberal francés de Renew Pascal Canfin, en el marco de un debate con la presidencia de la UE y la comisaria de sanidad, Stella Kyriakides, sobre la estrategia de vacunación europea. Una discusión en la que han aflorado muchas críticas a la opacidad de los contratos cerrados con las empresas farmacéuticas y a la falta de transparencia.

Estamos sujetos a cláusulas de confidencialidad en los contratos pero acojo positivamente que el primero de nuestros suministradores de vacunas haya puesto el texto a disposición, ha indicado Kyriakides. Hasta ahora solo un laboratorio, Curevac, ha permitido el acceso al contrato negociado con la Comisión Europea. El resto siguen siendo secretos. Sin embargo, para acceder al documento, los eurodiputados tienen que acudir a una sala de lectura especial y dejar su teléfono móvil fuera para impedir fotografiar un texto censurado de antemano.

De los seis párrafos sobre responsabilidad jurídica de las farmacéuticas dos están tachados y no se pueden leer, ha denunciado Canfin, el primero en consultar el documento esta semana. Vaya circo! El teléfono confiscado, una declaración de confidencialidad y todas las informaciones fundamentales tachadas. Al final han dejado en manos de las empresas lo que pueden leer los eurodiputados, se ha quejado el belga Marc Botenga, de la Izquierda Unitaria Europea. No es posible, no hay derecho. Asignamos más de 2.000 millones a los laboratorios. No se puede dar tanto dinero público sin que haya contrapartidas, se ha sumado la ecologista francesa Michele Rivasi.

La opacidad es un insulto a la democracia. Es inaceptable que las condiciones estén escondidas. Hay que saber quien es responsable en caso de problemas: las autoridades públicas o los laboratorios. ¿Donde está la transparencia?, se ha sumado el jefe de filas de los Verdes, Philip Lamberts. Necesitamos ver los contratos firmados con la Comisión. Le pido que cierre el cuarto de lectura y haga públicos todos los contratos, ha urgido la española de Renew Soraya Rodríguez. Solo hemos podido ver uno de los contratos y esto no es aceptable, ha señalado también el socialista Nicolás González.

Información confidencial

Aunque la sensación general es que la estrategia para obtener la vacuna ha sido un éxito, muchos eurodiputados, especialmente de los Verdes, la Izquierda, Renew, los conservadores del ECR o la ultraderecha, han reprochado la falta de información sobre los plazos de distribución de las vacunas, la opacidad sobre el precio acordado con los fabricantes, los acuerdos negociados por Alemania al margen del resto de Estados miembros y la responsabilidad en caso de problemas. A todos ellos, Kyriakides les ha respondido que Bruselas está 100% a favor de la transparencia pero que no pueden presentar información confidencial como la de los precios de manera unilateral si no están de acuerdo las empresas.

La comisaria también ha aclarado que, según la autorización provisional concedida, son los fabricantes quienes asumen la responsabilidad en caso de problemas y que las fechas de entrega de las vacunas figuran en los contratos firmados entre los suministradores y los Estados miembros. En cuanto a los retrasos en la distribución de vacunas debido a la reestructuración de la planta de Pfizer en Bélgica, Kyriakides ha explicado que la Comisión sigue trabajando para acelerar la capacidad de producción en Europa lo antes posible y que unir fuerzas sigue siendo la mejor manera de desarrollar una campaña de vacunación eficaz, rápida y a precios comparables.