La Unión Europea ha pedido a Estados Unidos que «reconsidere» su decisión de abandonar la Organización Mundial de la Salud (OMS), un día después de que Donald Trump diese por «terminada» la relación de su país con la agencia de Naciones Unidas. «Las acciones que debilitan los resultados internacionales deben ser evitadas», afirma el comunicado de la Comisión Europea. «La cooperación y la solidaridad multilateral es la única forma de ganar esta batalla». No están del todo claros los pasos para consumar la salida estadounidense de la OMS, organización a la que ha pertenecido desde su fundación en 1948. Algunos expertos consideran que podría necesitar la autorización del Congreso, aunque otros presidentes fueron capaces de desvincularse de tratados internacionales sin que el Legislativo se inmiscuyese en su camino.

Desde que llegó a la Casa Blanca, el republicano ha socavado de forma concienzuda el multilateralismo, reduciendo sensiblemente la participación de EEUU en el organigrama de Naciones Unidas.

Antes de romper con su agencia de Salud Pública, sacó a su país de la UNESCO y el Consejo de Derechos Humanos, recortó las aportaciones al Fondo de Población y la agencia encargada de ayudar a los refugiados palestinos y salió del Acuerdo de París para combatir el cambio climático, auspiciado por la ONU.

La espantada tiene mucho que ver con la política interna de EEUU y la búsqueda por parte de Trump de chivos expiatorios a los que poder culpar de su muy criticada gestión de la pandemia. La primera potencia mundial es el epicentro del coronavirus, con más de 100.000 muertos y 1,8 millones de contagios. «Hemos planteado reformas detalladas que deben ser puestas en marcha y con las que la organización debe comprometerse, pero se han negado a actuar», dijo Trump el viernes para justificar su ruptura con la OMS, tras acusarla de estar «completamente controlada por China».