Si la Comisión Europea decide dar ejemplo con el caso Barroso-Goldman Sachs todavía está por ver. Lo cierto, sin embargo, es que no es el único excomisario europeo que ha decidido cruzar la barrera de lo público hacia lo privado nada más expirar el período de cuarentena de 18 meses previsto en el Tratado. En los últimos meses, según denuncia el Observatorio Corporate Europeo (CEO), otros dos ex comisarios, Karel De Gucht (Comercio) y Neelie Kroes (Agenda digital) han dado el salto apenas días después de que expirara el plazo durante el que tienen prohibido hacer lobi.

El belga De Gucht es desde el 4 de mayo miembro del consejo de administración del grupo siderúrgico Arcelor Mittal. El mismo día Uber, la plataforma de servicios de transporte privado, anunciaba el fichaje de Kroes, que anteriormente había sido comisaria de competencia, para asesorar a la empresa en torno a cuestiones regulatorias. “Aunque probablemente todos los Estados miembros tienen sus propios problemas nacionales de puertas giratorias, es difícil evitar la conclusión de que los políticos europeos que se mueven tan lucrativamente a través de las puertas giratorias pueden alimentar el cinismo y el especticismo europeo”, criticaba en julio Corporate Europe.

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La Comisión Europea se defiende. Admite que el 'caso Barroso' es especial, no solo porque ha sido presidente de la Comisión Europea durante una década sino por la compañía de la que se trata, pero rechaza las críticas en torno a Kroes, a quien no someterá al mismo escrutinio. “Claramente, cuando se trata del presidente Barroso hemos visto mucha preocupación que no hemos visto con la excomisaria Kroes”, asegura.

Un informe publicado el año pasado por el observatorio CEO denunciaba la existencia de puertas giratorias y ponía números al problema: 9 de los 26 comisarios salientes habían saltado ya el año pasado a la esfera privada.