James Clapper, exdirector de Inteligencia Nacional (DNI, en inglés) con el expresidente Barack Obama, ha negado que bajo su mandato se grabasen conversaciones del ahora presidente Donald Trumpdurante la campaña electoral del 2016, al tiempo que la Casa Blanca ha pedido al Congreso que investigue las alegaciones de Trump.

Según ha publicado 'The New York Times, citando a altos funcionarios, el propio director del FBI, James Comey, pidió este fin de semana al Departamento de Justicia que desmintiera las acusaciones de Trump contra su predecesor en la Casa Blanca, al considerarlas falsas y que debían ser corregidas, pero el departamento no le hizo ningún caso.

El exdirector del DNI, por su parte, que ocupó el cargo entre el 2010 y el 2017, desmintió este presunto espionaje en el programa 'Meet the Press' de la NBC: "Desde el aparato de seguridad nacional que coordinaba como DNI, no hubo esa actividad de escuchas al presidente electo en ese momento, como candidato, o contra su campaña", aseguró.

SIN ORDEN JUDICIAL

Clapper remarcó que de haberse producido estas grabaciones "ciertamente" lo habría sabido, y aseguró que podía "negar" la existencia de una orden judicial bajo la Ley de Vigilancia de Inteligencia Extranjera que permitiese al FBI intervenir las comunicaciones en la Torre Trump en Nueva York, sede de la campaña del magnate.

Trump solicitó al Congreso que investigue las presuntas escuchas a sus conversaciones antes de las elecciones del 2016, en el marco del caso de las presuntas injerencias de Rusia, y determine si el Ejecutivo de su antecesor abusó de sus poderes.

Este sábado, el mandatario acusó a Obama, sin ofrecer evidencias, de haber ordenado la grabación de sus conversaciones antes de las elecciones de noviembre pasado, algo que Obama rechazó categóricamente.