Dos tentativas de asesinato por envenenamiento, una de ellas con resultado de muerte. Dos agentes huidos que trabajaron en el pasado para servicios de inteligencia rusos, pero que fueron finalmente reclutados por el oponente. Dos individuos de los que se les supone han tenido acceso a información privilegiada y de primera mano sobre los vinculos entre el poder político ruso y el crimen organizado. Dos personas que mantuvieron reuniones con agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) español antes de entrar en contacto con el veneno.

Tal y como reveló ayer el diario estadounidense The New York Times, existen sorprendentes paralelismos entre el envenenamiento por polonio del exagente del FSB Aleksándr Litvinenko en el 2006, que acabó con su vida, y la tentativa de asesinato del también exespía Sergei Skripal en la ciudad británica de Salisbury en marzo de este año, un ataque del que fue víctima también su hija Yulia.

«En los últimos años, Skripal regresó a España para mantener numerosos encuentros con agentes del servicio de inteligencia, el CNI, aunque el contenido y las fechas de esas reuniones es información clasificada», escribió ayer el diario neoyorkino, citando a Fernando Rueda, periodista de investigación y experto en temas de espionaje.

De hecho, según destaca el rotativo norteamericano, el propio Skripal fue destacado por el GRU en los años 90 en territorio español, bajo la cobertura de consejero militar de la embajada rusa. Fue en este periodo cuando fue reclutado como agente doble por los servicios de espionaje británicos. Se desconoce si Skripal llegó a ser un agente a sueldo de los servicios secretos españoles, tal y como lo fue Litvinenko, o simplemente mantuvo reuniones. Litvinenko estaba dispuesto a proporcionar pruebas a la justicia española sobre los vínculos entre el Kremlin y miembros del crimen organizado ruso instalados en España, un viaje que nunca llevó a cabo porque antes fue envenenado.