Nada más conocer la muerte de Fidel Castro, anunciada en un mensaje de vídeo por su hermano Raúl Castro, cientos de cubanos exiliados en Miami han salido a las calles a celebrar la desaparición del expresidente de Cuba y líder de la revolución. Las calles de la Pequeña Habana, el barrio en el que se concentra la mayoría de población cubana en esta ciudad de EEUU, se han llenado de exiliados que han hecho sonar ruidosamente las bocinas de sus vehículos o las cacerolas de sus cocinas. También han lanzado los fuegos artificiales que guardaban para la ocasión.

Ramón Saúl Sánchez, líder de la organización del exilio cubano Movimiento Democracia, ha lamentado que la muerte de un"tirano", como ha definido a Fidel Castro, no vaya a significar "la libertad del pueblo de Cuba". "Es la tristeza más grande que tengo en mi corazón", ha señalado este activista a quien la noticia de la muerte del líder cubano ha sacado de la cama.

"Quisiera poder decirte que la muerte del tirano es la libertad del pueblo", pero en el caso de Cuba no es así "porque ellos (los Castro) manejaron muy bien la sucesión". A juicio de Sánchez, si Castro hubiera muerto estando en el ejercicio del poder, se hubiera podido desatar una revuelta en Cuba para reclamar libertad, pero como su hermano Raúl está en la presidencia, el impacto no va a ser el mismo.

Para el líder del Movimiento Democracia, Fidel Castro es un símbolo del terror que ha padecido Cuba durante casi 60 años y su legado es "miedo, prisiones, dolor, balseros, etc..".