La Corporación Estatal de la Energía Atómica rusa ha ofrecido más detalles cuatro días después de la explosión ocurrida en un polígono militar en el norte del país. Cinco empleados de Rosatom fallecieron durante la prueba de "una nueva arma" alimentada con "fuentes de energía basadas en isótopos" al intentar evitar su estallido. "Se fueron como verdaderos héroes. El mejor recuerdo de ellos será nuestro futuro trabajo en el nuevo armamento", afirmó el director general del organismo, Alexéi Lijachev, según recoge la agencia Ria Novosti.

Sin embargo, el Centro Nuclear de la Federación Rusa hizo una declaración oficial en la que apunta a que en el suceso estuvo involucrado un pequeño motor nuclear, y no una batería. Según el director Viacheslav Soloviov, por los datos conocidos se puede extraer que el ensayo implicaba un dispositivo más complejo que emplea materiales fisibles.

NUEVAS ARMAS

En marzo del 2018, el presidente Vladímir Putin anunció ante el Parlamento una nueva hornada de armas nucleares. Estas incluyen un cohete con un alcance "casi infinito" y trayectoria impredecible para sortear los escudos antimisiles. En opinión del director del Servicio de Información Nuclear británico, el suceso pudo implicar la prueba de partes del misil de crucero experimental 9M730 Burevestnik, según publica 'The Guardian'.

El accidente se produjo el 8 de agosto en unas instalaciones militares de la región de Arjánguesk. En un primer momento se informó de que tuvo origen por un misil de propulsión de combustible líquido. Aunque el Ministerio de Defensa señaló que no se habían emitido sustancias peligrosas a la atmósfera, la ciudad de Severodvinsk, a 40 kilómetros del lugar, anunció que aumentó el nivel de radiación entre las 11.50 y 12.20 de la mañana. En concreto, hasta alcanzarse los dos microsiervets por hora, por encima del límite de 0,6 microsiervets que hace saltar la alerta. No obstante, estas cifras no implicarían un gran riesgo. Como comparación, dos microsiervets es la quinta parte de la radiación que recibe un pasajero de un vuelo Madrid-Londres, según explica el Consejo de Seguridad Nuclear español.

Las autoridades rusas informaron posteriormente de que los niveles de radiación se habían normalizado, aunque el sector del Mar Blanco más cercano ha sido cerrado un mes. Además de los cinco fallecidos, cuyas identidades han sido reveladas hoy, también hubo varios heridos. Las víctimas fueron trasladadas con quemaduras a centros médicos especializados en Moscú, según Rosatom.