¿Por qué no Timochenko? El jefe de las FARC se quedó fuera de la fotografía del Nobel de la Paz. No pocos pensaron que el Comité Noruego obraría igual que en 1994, cuando distinguió a Yasir Arafat, el líder de la OLP, junto con Isaac Rabin y Shimon Peres, por las negociaciones de Oslo que, por un tiempo, sembraron de ilusión a Oriente Medio. Sin embargo, el premio fue solo para Juan Manuel Santos. Hasta Ingrid Betancourt, una de las cautivas emblemáticas de la guerrilla, rescatada precisamente mientras Santos era ministro de Defensa, consideró que el galardón debía haber sido compartido.

Pero el jefe de la guerrilla, Rodrigo Londoño Echeverri, conocido “Timochenko”, supo estar a la altura de las circunstancias. Tras felicitar al ganador del Premio escribió en twitter: “El único premio al que aspiramos es de la #PazConJusticiaSocial para #Colombia sin paramilitarismo, sin retaliaciones ni mentiras #PazALaCalle”.

Para él también fueron días trepidantes. Había vuelto a La Habana después de firmar con el presidente en Cartagena el trabajoso acuerdo para poner fin al conflicto armado. Luego vino el 'no' del plebiscito: el azoramiento y la incertidumbre. Las FARC, con el Nobel a Santos, también percibieron que las sensaciones del pasado domingo ya no se correspondían con la nueva y vertiginosa realidad.Iván Márquez, el jefe de los negociadores de la insurgencia confió en que la obtención del Nobel le dará nuevos bríos al acuerdo final.

Las noticias provenientes de Noruega encontraron a las FARC y el Gobierno reunidas en La Habana, donde hicieron saber su voluntad de escuchar “en un proceso rápido y eficaz” a los diferentes sectores de la sociedad que votaron en contra del acuerdo en el plebiscito. Las partes quieren “entender sus preocupaciones y definir prontamente una salida por los caminos señalados por la Corte Constitucional”.

El jefe del equipo negociador que representa al Gobierno, Humberto de La Calle, aseguró que las “propuestas de ajustes y precisiones” que salgan de estos encuentros serán discutidas “para dar garantías a todos”. La guerrilla y el Gobierno reiteraron a su vez el compromiso de mantener el cese al fuego bilateral y definitivo. De la Calle informó que se ha establecido un protocolo dirigido a prevenir cualquier incidente en las zonas de pre-agrupamiento de los insurgentes que entregarán sus armas. Volvió a encenderse la luz. “Con los del 'sí', los del 'no' y las mayorías que no votaron esperamos encontrarnos pronto para que nos acompañen a implementar lo acordado”, escribió también “Timochenko” en su cuenta. De los fusiles a las redes sociales: todo un síntoma de época.