El expresidente de Cuba, Fidel Castro, de 89 años, ha reaparecido este sábado en La Habana, donde ha recibido al patriarca de la Iglesia Ortodoxa rusa, Kiril (Cirilo). El exdirigente cubano, retirado del poder en 2006, vive en su casa de la capital cubana y son muy pocas las ocasiones en las que se le ve públicamente.

Las últimas imágenes de Castro se divulgaron en septiembre del año pasado cuando mantuvo un encuentro con el Papa Francisco en Cuba. A principios del pasado mes de enero recibió al expresidente de Uruguay, José Mujica, aunque no se publicaron fotos de ese encuentro.

En las fotografías publicadas del encuentro de este sábado con Kiril, Castro aparece sonriente vestido con un chandal blanco y una bufanda de color negro. En la reunión, que se desarrolló en un "clima distendido y de respeto", estuvo presente también la compañera de Castro, Dalia Soto del Valle, y dos traductores.

POBREZA Y DISCRIMINACIÓN

Según ha publicado el periódico cubano 'Juventud Rebelde', Castro"tuvo palabras de reconocimiento hacia el Santísimo Patriarca Kiril por su importante contribución al fortalecimiento de la amistad entre los pueblos ruso y cubano y la difusión de los valores que los unen". Ambos hablaron también de temas relacionados con la pobreza, la lucha contra la discriminación y "el buen estado de las relaciones entre Rusia y Cuba, basadas en profundos sentimientos y lazos de amistad", indica el diario cubano.

El patriarca ruso, en visita oficial a la isla desde el pasado jueves, mantuvo el vienres en Cuba un encuentro histórico con el papa Francisco, el primer cara a cara entre dos máximos representantes de las más grandes iglesias cristianas en los últimos mil años.

Fidel Castro se había visto con por última vez con Kiril hace ocho años, cuando el entonces metropolita ruso viajó a la isla para consagrar una catedral de la Iglesia Ortodoxa Rusa en La Habana, donde tiene previsto oficiar una liturgia antes de regresar a Moscú. En aquella visita realizada en 2008, Kiril condecoró a Fidel Castro con la Orden a la "Gloria y el Honor" por su contribución al fortalecimiento de la cooperación interreligiosa y a la consagración de la catedral en Cuba.