“Algunas oenegés son usadas como taxis por los traficantes de personas” en el Mediterráneo central para transportar emigrantes a Europa. Una parte de la prensa italiana simplifica así las dudas de cuatro fiscalías de Italia -Catania, Reggio Calabria, Palermo, Cagliari-- sobre la supuesta complicidad de algunas organizaciones humanitarias con los traficantes que en Líbia embarcan a los refugiados.

Más prudente, pero igualmente claro, se acaba de pronunciar el fiscal de Catania, Carmelo Zuccaro, que es el que más tiempo lleva investigando el fenómeno. Sobre las oenegés afirma que “las hay que son buenas y otras malas” y añade que no habla por hablar, ya que sobre “la trata de personas y de menores, la fiscalía de Catania es la que tiene más sumarios abiertos en Italia”.

En una entrevista concedida a la televisión italiana, después de haber sido “interrogado” por la comisión parlamentaria sobre Shengen y antes de serlo de nuevo por una comisión del Senado, el fiscal ha afirmado que “de Médicos sin fronteras y Save The Children no hay nada que decir, pero otra cuestión son otras oenegés como la maltesa MOAS o como las alemanas, que son la mayor parte”, cinco en total. Las sospechas de la fiscalía recaen también en la española Proactiva Open Arms.

LLAMADAS INTERCEPTADAS

Junto con Zuccaro, en la fiscalía de Catania trabajan cinco fiscales y varios miembros de la Dirección Antimafia territorial, además de agentes de la policía italiana, de los Carabineros y de la Guardia de Finanza (policía de fronteras). El fiscal jefe ha explicado: “Tenemos evidencias de que entre algunas oenegés y los traficantes de personas de Libia existen contactos directos, lo que no sabemos todavía si podremos o cómo podremos utilizar esas pruebas ante un tribunal, pero estamos más bien seguros de lo que avanzamos", dijo el fiscal.

Zuccaro considera como hechos probados "llamadas telefónicas desde Libia a algunas oenegés, lámparas que iluminan las rutas de los barcos de estas organizaciones, barcos que cortan de golpe su transpondedor", el aparato que permite la localización. “Se trata de hechos comprobados”, ha remachado.

En la zona hay 13 barcos humanitarios (algunas con drones y aviones), según datos de la fiscalía. Están situados entre el dispositivo naval de las operaciones oficiales italianas y europeas (Euromav-Frontex-Sophia) y las costas de Libia. “Hacemos lo que ellos no hacen, salvar personas”, han argumentado en estos días los portavoces de varias oenegés, subrayando precisamente que ellos están más cerca de los posibles náufragos que el dispositivo oficial.

En 2016 llegaron a Italia 181.000 emigrantes y los 33.000 llegados desde enero (un 40% más) hacen presagiar que a final de año la cifra podría ascender a unos 250.000.

JUSTO Y NORMAL

En la entrevista, el fiscal Zuccaro ha explicado que la magistratura intenta entender qué hacen las oenegés supuestamente malas, mientras que “para las buenas hay que preguntarse si es justo y normal que los gobiernos europeos les dejen el deber de decidir cómo y dónde intervenir en el Mediterráneo”. “Somos médicos y no policías”, ha rebatido Marco Bertotto, de Medicos Sin Fronteras, una oenegé considerada “buena”, subrayando que actúan “con plena coordinación con las autoridades”.

Hasta la fecha, la fiscalía de Catania no investiga oficialmente a nadie, así como tampoco ha presentado cargos específicos contra las oenegés. Sin embargo, uno de los filones de investigación abiertos se refiere a los fondos de que disponen dichas oenegés y los gastos que supone su actividad.

Desde la fiscalía se ha filtrado que únicamente el dispositivo de Sos Mediterrané cuesta 11.000 euros diarios y que la organización cuenta con 35.000 donantes, entre ellos bancos y filántropos. Por otra parte, ha verificado que las fuentes de financiación de los traficantes son dos:el contrabando de petróleo y los emigrantes, por lo que los magistrados intentan apurar si detrás de algunos financiadores de las oenegés los mismos traficantes.

PROBLEMA POLÍTICO

La investigación, aún no enmarcada en un sumario, incluye informaciones y dudas sobre la presencia en las oenegés de personas como Robert Pelton, productor de cuchillos de guerra, o de Ian Ruggier, exoficial de Malta, conocido por la magistratura por su dureza contra los emigrantes desembarcados en Malta y actualmente cercano a la rica y filántropa pareja maltesa de los Cristopher y Regina Catambrone (de la oenegé MOAS). En la carpeta está también la financiación “a algunas oenegés” del supermillonario y filántropo George Soros.

Zuccaro concluye que “la investigación exige plazos que Europa no se puede permitir y que la respuesta judicial es insufiente (...), porque el problema es esencialmente político, por lo que los gobiernos europeos, y no sólo el italiano, tienen que intervenir con urgencia”. “Los 250.000 emigrantes previstos para este año son una estimación por defecto”, zanja.