Hay indicios de que la ultraderecha alemana podría haberse financiado de manera irregular. Así lo estimó ayer la Fiscalía de Berlín, que abrió oficialmente una investigación sobre las cuentas de Alternativa para Alemania (AfD). En ella, las autoridades apuntan a Klaus Fohrmann, tesorero del partido euroescéptico y antiinmigración, a quien se señala por haber podido mentir en los informes anuales de 2016 y 2017. Según el semanario Der Spiegel y la revista Report Mainz, la investigación se centra en anuncios utilizados por una asociación de Stuttgart durante la campaña electoral. Esos anuncios habrían sido elaborados por Goal AG, una agencia de publicidad suiza que también habría apoyado, de manera gratuita, al presidente federal de AfD, Jörg Meuthen, y a Guido Reil, miembro de la ejecutiva federal, durante los comicios regionales. El valor de esos anuncios asciende a 89.800 euros.

La administración parlamentaria que investiga el caso cree que esa publicidad gratuita se enmarca como donaciones al partido, algo que AfD rechaza. Por ello, el pasado jueves les impuso una multa de hasta 402.900 euros por financiación irregular. La ley alemana de partidos políticos establece como ilegal aceptar donaciones de países de fuera de la Unión Europea (UE), como es Suiza. Las sanciones por ello pueden triplicar el coste de lo recibido. La posible financiación ilegal de AfD no es nuevo en Alemania. En noviembre la fiscalía de Constanza abrió una investigación a Alice Weidel, líder parlamentaria del partido, por una posible violación de la ley de partidos al aceptar una donación de más de 132.000 euros para las elecciones federales del 2017 de una empresa farmacéutica suiza que supuestamente actuó como puente con un tercer actor aún desconocido.