La Coalición Internacional de la Flotilla de la Libertad ha puesto en marcha una vez más una expedición para hacer llegar a los habitantes del territorio palestino "un mensaje de solidaridad" y denunciar el bloqueo que por tierra, mar y aire ha impuesto Israel a la franja, poblada por dos millones de personas. En esta ocasión, la flotilla, que ha salido del puerto de Barcelona, está formada por dos barcos veleros y tiene de particularidad que tanto la tripulación como los viajeros son todo mujeres. "Mujeres rumbo a Gaza", así se llama.

Los veleros Amal y Zaytun (esperanza y aceituna en árabe), que llevaban atracados en Barcelona desde el pasado lunes, navegarán por el Mediterráneo haciendo escala en Córcega y Sicilia antes de enfilar hacia Gaza con una treintena de mujeres a bordo procedentes de diferentes países del mundo, como Estados Unidos, Canadá, Malasia, Suráfrica, Chile y España, entre otros. Las mujeres se irán reemplazando en cada escala portuaria. Entre las participantes se encuentran la norirlandesa Mairead Maguire, Premio Nobel de la Paz en 1976, Naomi Wallace, una dramaturga estadounidense, Marama Davidson, una parlamentaria neozelandesa, Rosana Pastorm diputada de Podemos y la islaelí residente en Andalucía, Zohar Chamberlain, una de las coordinadoras del viaje.

Paulina de los Reyes, una chilena que reside desde hace 40 años en Suecia como refugiada política, es una de las activistas que ha embarcado en Barcelona en el velero Amal. "Tengo mucha esperanza e ilusión en este viaje", afirma De los Reyes, una catedrática de Economía de la universidad de Estocolmo. Es la primera vez que esta profesora universitaria de 61 años participa en un acto de este tipo. En esta ocasión, los veleros no van cargados de ayuda humanitaria sino del "mensaje a Israel de que el bloqueo es ilegal", afirma. "Es un acto de solidaridad femenino", apunta.

ASALTOS ISRAELÍS

Desde el 2010 se han organizado tres flotilllas de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza y en todos los casos no se llegó a destino, en dos ocasiones fueron frenadas por comandos del Ejercito israelí y la tercera fue el Gobierno griego que, por presiones del Gobierno de Tel Aviv, impidió salir de sus puertos a las naves, entre ellas la embarcación española Gernika. La primera expedición acabó en tragedia. El asalto de los soldados israelís al buque Mavi Marmara en aguas internacionales acabó con la vida de diez activistas. "Este tipo de expediciones tiene su riesgo pero más riesgo y miedo pasan las mujeres palestinas de Gaza", afirma De los Reyes. Los veleros que han salido de Barcelona tienen previsto alcanzar las costas de Gaza la primera semana de octubre.