¿Decretará Francia un toque de queda para frenar la segunda ola de covid-19? “Todo es posible, todo está sobre la mesa, nada puede ser excluido”. Así ha respondido este martes la ministra delegada de Ciudadanía, Marlène Schiappa, a la pregunta que mantiene en vilo a los franceses. Tendrán que esperar hasta la noche de este miércoles cuando el presidente de la República, Emmanuel Macron, revelará su estrategia contra la reaceleración de la epidemia en una entrevista televisada.

Mientras tanto, los rumores y filtraciones sobre las eventuales restricciones que podrían ver la luz se multiplican. Según varios medios de comunicación, Macron podría evocar un “estado de emergencia sanitaria”, abriendo la posibilidad a nuevas limitaciones de reunión y movimiento, principalmente a nivel local. Entre el abanico de posibilidades, una medida en particular acapara toda la atención: la hipótesis de un toque de queda. “Según varias fuentes de la cúpula del Estado, la posibilidad de un toque de queda nocturno en las zonas de mayor riesgo, especialmente en París y en la región de Île-de-France, se está analizando teniendo en cuenta diferentes escenarios de aplicación: a partir de las 20.00h, las 22.00h o las 23.00h de la noche, como ya sucede en Berlín o en Fráncfort”, escribe el semanario ‘Le Point’.

La medida estaría destinada a limitar de manera indirecta las reuniones en la esfera privada, donde las medidas de prevención -el uso de mascarillas y la distancia social, especialmente- no siempre se respetan, convirtiéndose en potenciales focos de contagio y en un verdadero quebradero de cabeza para el Gobierno. Limitar este tipo de encuentros entre familiares o amigos “es jurídicamente imposible”, reconoció este lunes el primer ministro, Jean Castex, antes de invitar a los franceses a prescindir al máximo de este tipo de eventos.

EL GOBIERNO, DIVIDIDO ANTE LA MEDIDA

Según ‘Le Point’, la hipótesis de imponer un toque de queda nocturno estaría lejos de conseguir la unanimidad en el seno del Ejecutivo, dividido entre los partidarios de la restricción y aquellos que ponen el foco en sus efectos colaterales para el sector de la restauración, en una situación muy frágil. “Por un lado, están los tipos duros [del Ministerio de Sanidad] y por otro, los del Elíseo, que dudan, pero buscan una medida o un término para concienciar a la población. No todos están de acuerdo…”, explica una fuente cercana a las discusiones gubernamentales al semanario francés.

Jean Castex tiene previsto reunir a última hora de este martes a una decena de sus ministros para tratar de definir su plan de acción con el objetivo de poner freno a la multiplicación de los contagios. Sin duda, la estrategia macronista estará ligada a nuevas restricciones. “Habrá que imponer medidas suplementarias si la situación que constatamos […] se confirma y se acelera […] la tasa de incidencia del virus ha aumentado, en 15 días, en un 50%”, alertó este lunes el portavoz del Gobierno, Gabriel Attal, si bien descartó cualquier medida destinada a limitar de manera inminente los desplazamientos.

Así pues, será Macron el encargado de confirmar o desmentir las restricciones que enmarcarán el día a día de los franceses durante las próximas semanas.