Francia se quedó sola el miércoles en su negativa a una prórroga larga del "brexit", aunque el presidente francés, Emmanuel Macron, consideró tras la cumbre europea que la extensión hasta el 31 de octubre es un buen compromiso que permitirá asegurar el buen funcionamiento de las instituciones europeas.

"Había tentaciones de ir muy lejos en el plazo de la prórroga", extendiéndola hasta finales de año o el próximo marzo, dijo Macron en declaraciones a la prensa, y añadió que en su opinión, eso "no era muy respetuoso con el pueblo británico, sino que suponía encerrarles en la adhesión".

En su lugar, el nuevo plazo acordado, que evitará que los británicos interfieran en las nuevas instituciones que resulten tras las elecciones europeas de mayo, "no obstaculiza el buen funcionamiento de la UE".

Macron reconoció que durante la reunión hubo "sensibilidades diferentes" pero valoró que al final los Estados miembros hayan "llegado a un compromiso" y "preservado la unidad de los 27".

Según el mandatario francés, la nueva extensión acordada dará tiempo a la primera ministra británica, Theresa May, para tratar de lograr una mayoría en el Parlamento de Westminster que apoye el acuerdo de retirada acordado con la UE.

Otra opción, dijo Macron, podría ser que los británicos se echaran atrás en su deseo de salir de la UE y revocaran el artículo 50 del Tratado, mientras que la tercera sería que decidieran avanzar hacia un "brexit" sin acuerdo.

Según el mandatario francés, a los Veintisete les han convencido los avances de May en sus contactos con el partido laborista, aunque admitió que no se puede saber "si esto se traducirá en un resultado".

Francia había insistido antes de la reunión en que una salida sin acuerdo sería preferible a que la Unión Europea funcione mal debido a la permanencia del Reino Unido en el bloque.

May había pedido una extensión hasta el 30 de junio, pero el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, propuso conceder una extensión más larga, como máximo de un año, que permitiera al Reino Unido salir de la UE tan pronto como esté listo para ello, lo que supondría que Londres tendría que convocar elecciones europeas.