«Vuelen alto mis guerreros / ahora van a pelear para llegar al cielo». A los chicos de la plaza de Alsina de San Miguel del Monte les gusta el rap improvisado. Cantar es para ellos una manera de celebrar la vida. Pero con la caída del sol del miércoles, la música expandió a través del aire el dolor del duelo. Decenas de personas escucharon en un silencio funerario.

Dos de los raperos, los adolescentes Gonzalo Domínguez y Danilo Sansone, ya no estaban ahí para sacar de sus gargantas estrofas inventadas en el momento. Habían perdido la vida junto con Camila López, de 13 años, y Aníbal Suárez, de 22, como consecuencia de un episodio atroz que conmociona a ese pueblito ubicado a 100 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires y a toda Argentina.

El domingo, los cuatro iban despreocupados en su viejo Fiat 147. Cantaban, como siempre. Escucharon disparos. Suárez aceleró el carro, huyendo de una muerte que los encontró metros más adelante cuando el 147 embistió a un camión estacionado. Nadie creyó en la hipótesis de un accidente. La desgracia había llegado otra vez por la «maldita policía», como se conoce a esa institución bonaerense.

Fue otro episodio de «gatillo fácil». El modo de definirlo se ha naturalizado en Argentina pero da cuenta de cómo la letalidad policial forma parte de la costumbre en la periferia capitalina. Según el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), entre 1996 y el 2018 se computaron 2.780 casos emparentados con el que estremece a San Miguel del Monte.

Los uniformados aseguraron que dieron la voz de alto al Fiat y no fue atendida y negaron los disparos. Un vídeo mostró a un agente que abre una ventanilla del coche patrulla y apunta. Luego se conocieron las autopsias. Una bala estaba alojada en uno de los cuerpos. Otros proyectiles se encontraron incrustados en el automóvil. Se arrestaron a siete policías.

En la plaza de Alsina, las familias se reunieron para reclamar un castigo. Luego, el silencio y el rap: «La violencia no soluciona nada pero qué pasa si perdés un amigo / nada te la devuelve, ni siquiera a los tiros / hoy fue gatillo fácil, ojalá que no le pase a algunos de los hijos que acá estamos parados pidiendo justicia por todo lo que pasó».