"Quiero agradecer la amable llamada del presidente Jair Bolsonaro. Nos manifestamos solidaridad mutua por el momento difícil que pasan nuestros pueblos y nosotros mismos, debido al covid-19". Los "momentos difíciles" a los que se refirió Jeanine Áñez, la mandataria interina de Bolivia, tienen números concretos. El país andino roza los 51.000 casos positivos en medio de una situación sanitaria muy precaria. Brasil se acerca a los dos millones de contagiados. Los muertos en Bolivia son casi 1900. Con los 1341 decesos de este martes, Brasil contabiliza 74.262 óbitos.

"Tengo fe, vamos a salir adelante", dijo Áñez, sobre su enfermedad, mientras la pandemia hace estragos en el Gobierno provisional al punto de que seis de sus ministros han contraído el virus. Karen Longaric, la titular de Exteriores, reportó horas atrás su condición de infectada. Antes lo había hecho el ministro de Economía, Oscar Ortiz. A diferencia de lo que ocurre en Brasil, no solo los hospitales están colapsados y hubo personas que fallecieron en la calle en la ciudad de Cochabamba. Las funerarias y cementerios se encuentran colapsados.

El covid-19 alcanzó a su vez a al presidente del Banco Central, siete viceministros, la presidenta del Senado, Eva Copa, y otros seis legisladores. Carlos Romero, quien se desempeñó como ministro de Gobierno de Evo Morales, y fue encarcelado tras el golpe de Estado, debió ser internado de urgencia en en una unidad de cuidados intensivos en la ciudad de La Paz. El diputado Julio Jiménez, perteneciente al Movimiento al Socialismo (MAS), el partido de Morales, perdió la vida la semana pasada porque no pudo ser atendido a tiempo. El horizonte sanitario se agrava al punto de que La Paz y El Alto, la ciudadela que rodea a la capital política a 4000 kilómetros de altura, entran el viernes en una cuarentena total, al punto de que se prohibirá hasta la venta de alimentos.

PREOCUPACIÓN Y DESCONCIERTO

"Con la pandemia en su peor momento, con la curva en permanente ascenso y las preocupaciones económicas y políticas en grado de ebullición, la ausencia de tantos funcionarios ministros y viceministros- del Ejecutivo no deja de ser un motivo de preocupación", señaló el diario Pagina Siete en su editorial. El expresidente Carlos Mesa, quien aspira a convertirse en el candidato de la unidad opositora para frenar el retorno del MAS al poder, pintó un panorama desolador de lo que sucede en el Palacio Quemado, la sede del Ejecutivo. El Gobierno de facto, señaló, está "diezmado por el coronavirus".

En este contexto, los medios de prensa se preguntan cómo las principales autoridades pudieron quedar tan expuestas a los efectos de la pandemia en tan solo dos semanas. "¿Quién contagió a quién? ¿Cómo terminaron luego seis ministros y cuatro viceministros contagiados? Las preguntas son de difícil respuesta, aunque hay hechos que llamaron la atención", señaló el diario cruceño El Deber. Por lo pronto, algunos analistas recordaron que Áñez, su canciller Longaric y otra funcionaria, han participado de reuniones sin sus mascarillas. La presidenta provisional se sometió este martes a una tomografía axial del tórax. Para callar los rumores, las autoridades aseguraron que no se encontró ninguna complicación adicional "provocada por esta patología en estadios más avanzados".

TENSIÓN

La pandemia no apaciguó los ánimos en una sociedad profundamente dividida desde los sucesos de noviembre pasado que derivaron en la salida del poder de Morales. Las protestas sociales suelen estar a la orden del día. El detonador ya no es solamente la política sino los costos económicos de la cuarentena en un país dominado por las actividades informales. Se han movilizado los conductores de buses y taxis, los dueños de restoranes, las familias que reclaman subsidios y hasta las trabajadoras sexuales.

Bolivia debe realizar sus elecciones presidenciales el 6 de setiembre. El empresario Samuel Doria Medina, quien comparte la fórmula con Áñez, consideró que la contienda debe suspenderse. "No podemos hacer campaña ni debatir en estas condiciones". Luis Arce, el candidato del MAS, primero en las encuestas, rechazó esa posibilidad. El coronavirus, dijo, es un "pretexto". Las recientes experiencias electorales en Francia y Polonia, demuestran que es posible organizar los comicios. "El pueblo boliviano está cifrando su esperanza justamente en las elecciones para poder resolver también el problema de la pandemia". Hasta Mesa coincidió en este caso con el MAS.