Semanas después de anunciar su completo desarme, la financiación del IRA va camino de sufrir un golpe sustancial. La policía británica está registrando 250 propiedades en Manchester y sus alrededores que pueden formar parte del patrimonio inmobiliario de la organización.

El valor de las propiedades que investiga la Agencia de Recuperación de Bienes de Irlanda del Norte (ARA), asciende a 44 millones de euros. La operación, en la que fueron confiscados diversos documentos, está vinculada a dos individuos, el supuesto granjero Thomas Slab Murphy, considerado como uno de los jefes del IRA, y el hombre de negocios Dermont Craven.

Murphy, quien dice vivir de su granja al sur del Ulster, fue investigado en el pasado por las autoridades norirlandesas y por la Oficina de Bienes Criminales de la República de Irlanda. El titular de justicia irlandés, Michael McDowell, prometió seguir la pista de quienes disponen "de un enorme portafolio de bienes" y están involucrados con grupos paramilitares.

La actuación de la ARA coincidió con las entrevistas de Tony Blair por separado con una delegación del Partido Democrático del Ulster y otra del Sinn Féin. A las puertas de Downing Street, el unionista radical Ian Paisley, se felicitó por los registros, aunque llegaban "un poco tarde". Paisley advirtió de que las negociaciones de paz serán "duras" y exigió a Blair que la "comunidad unionista sea tratada de igual manera que la republicana".

El jefe del Sinn Féin, Gerry Adams, denunció la "continua violencia de los paramilitares unionistas" en Belfast y pidió "una acción urgente en relación con las instituciones políticas". El ministro británico para Irlanda del Norte, Peter Hain, que también asistió a las reuniones, aclaró que era una mera coincidencia el que los registros y las entrevistas se hubieran producido en la misma jornada, porque el ARA, afirmó, actúa de manera independiente del Gobierno.