Las autoridades de México han anunciado que comenzarán a investigar desde cero la desaparición en 2014 de los 43 normalistas de Ayotzinapa, en el sureste de México, lo que incluye pesquisas contra ex altos cargos.

La decisión ha tenido lugar después de que el Gobierno reconociera que las investigaciones realizadas durante los últimos años, han estado plagadas de irregularidades, según explicó la Fiscalía.

Los padres de las víctimas, su representante legal y el presidente del país, Andrés Manuel López Obrador, han acordado en una reunión privada poner en marcha nuevos mecanismos para evitar que más implicados en el caso salgan de prisión, como ha ocurrido durante los últimos días.

"Nosotros vamos a empezar de nuevo", ha manifestado Omar Gómez, fiscal especial para el caso Ayotzinapa. "Desde una base sólida, en donde quitemos todas estas irregularidades y delitos que se cometieron", ha afirmado.

A principios de septiembre, familiares y abogados de los estudiantes desaparecidos alertaron de que, tras la liberación de uno de los principales señalados en el caso, se podría abrir la puerta a que más involucrados sal de prisión. Días después 24 policías fueron excarcelados.

"La Fiscalía le anunció a las familias que presentará nuevas acusaciones en los casos de personas que podrían recuperar su libertad (...) y que se investigará a servidores públicos que obstaculizaron la investigación, incluyendo altos funcionarios", ha explicado el director del Centro de Derechos Humanos Agustín Pro, Santiago Aguirre.

Irregularidades en las investigaciones

Organizaciones internacionales como la ONU han cuestionado la forma en que la Fiscalía mexicana llevó a cabo las investigaciones con fuertes señalamientos de tortura a presuntos implicados, destrucción de pruebas y encubrimiento a instituciones posiblemente involucradas.

En septiembre de 2014, más de 100 estudiantes de una escuela normal rural de Ayotzinapa, a unos 220 kilómetros al sur de Ciudad de México, en el sureño estado Guerrero, que viajaban en varios autobuses fueron atacados y 43 de ellos desaparecieron y sólo se encontraron supuestos restos de uno.

"Lamentablemente han pasado cinco años de alimentar mentiras, preferimos prácticamente iniciar de cero porque en un principio todo se hizo mal", ha lamentado Felipe de la Cruz, padre de uno de los jóvenes desaparecidos.