En medio de un completo hermetismo, el Gobierno y la oposición venezolanas tuvieron su primer encuentro exploratorio para iniciar un diálogo que evite el temido desenlace de la confrontación. Cada uno dejó planteadas exigencias que parecen insalvables. Sin embargo, apareció un pequeño resquicio esperanzador. Seabandonaron por ahora las declaraciones de guerra y se espera para antes del jueves la primera respuesta a algunos puntos planteados. En las próximas horas podría haber novedades sobre la situación de algunos dirigentes de la Mesa de Unidad Democrática (MUD) que están en prisión. Eso podría desactivar la movilización convocada para el miércoles frente al Palacio de Miraflores con el propósito de exigir la realización del referéndum revocatorio de Nicolás Maduro. El chavismo llamó a formar ese día un “escudo humano” alrededor de la sede presidencial.

Durante la reunión que se realizó en la noche del domingo, el Gobierno y la MUD coincidieron en la aprobación de tres mesas temáticas, cada una de ellas coordinada por un mediador. La primera, sobre “Paz, respeto al Estado de derecho y soberanía nacional”, será coordinada por el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero. “Verdad, justicia, derechos humanos, reparación de víctimas y reconciliación”, tendrá al Vaticano como enlace entre las partes. La cuestión económica contará con la presencia del exmandatario dominicano Leonel Fernández.

BUENAS PALABRAS DE MADURO

Según la MUD, durante el debate inicial se consideró atender otras cuestiones como “el compromiso conjunto para el mantenimiento de la paz”, “la situación de personas privadas de libertad”, el “respeto a los procesos electorales previstos en la Constitución”, el “funcionamiento y autonomía de los poderes públicos y respeto de sus respectivas competencias constitucionales” y la necesidad de “mejorar las condiciones de abastecimiento de alimentos y medicinas”.

“Quiero manifestar ante el representante del papa Francisco, las gracias y mi compromiso absoluto como presidente de la República y líder del Movimiento Bolivariano y Revolucionario de Venezuela con este proceso de diálogo”, dijo Maduro y aseguró haber acudido al encuentro con sus adversarios dispuesto “a escuchar y ojalá a ser escuchado”.

Henrique Capriles no se lo tomó muy en serio. “A Maduro no le creo ni los buenos días, son unos diablos capaces de todo, ¡pero si confío en el Papa Francisco y creo en la Iglesia!”, dijo en twitter. “Entre la esperanza y la matanza. Ocupémonos para que hablen los votos, no las balas”, dijo el portavoz de la coalición, Jesús Chúo Torrealba.

El prelado italiano Claudio María Celli, que representa al pontífice ante el Gobierno y la MUD, les pidió a ambos que generen las “señales auténticas” que el país espera “para comprender que el diálogo es una realidad. Celli fue claro en su advertencia sobre lo que está en juego. “Ninguno de nosotros desea pasar a la historia como una persona que no ha hecho todo lo posible para evitar la violencia”.

Desacuerdo en la oposición

La Mesa de la Unidad Democrática (MUD) asistió a la primera reunión exploratoria del diálogo con una pequeña fractura. Voluntad Popular (VP), el partido cuyo líder, Leopoldo López, se encuentra en prisión, se abstuvo de participar del encuentro. VP ha considerado que el Gobierno no ha abandonado su política represiva. Tampoco parece haber unanimidades en lo que respecta a la hoja de ruta para garantizar la realización del referendo revocatorio.

La oposición debe confirmar si el miércoles marcha hacia la sede presidencial o posterga la manifestación. El diputado y dirigente de Un Nuevo Tiempo (UNT), Stalin González, dijo que el diálogo no se contrapone “con nuestra agenda de calle”. En un artículo publicado en la revista digital 'Tal Cual', Santiago Boccanegra señaló que “los desacuerdos” en la MUD de cara a la reunión con el Gobierno “paralizan una alianza que debe entender su rol histórico, cuando el país entero fija la mirada en su liderazgo”.