Las elecciones regionales celebradas el domingo no parecen haber traído respiro a la crisis política venezolana. Mientras el chavismo, que se proclamó ganador en 17 de las 23 gobernaciones en juego, dijo que triunfó la paz y desterró del horizonte la confrontación, la Mesa de Unidad Democrática (MUD), ganadora en cinco estados, se negó a reconocer los resultados proclamados por el Consejo Nacional Electoral (CNE). "Ellos saben que no son mayoría, y el país y el mundo también lo saben", aseguró Gerardo Blyde, el jefe de la campaña de la coalición de centroderecha. Francia, España, Canadá y otros países apoyaron de inmediato esas afirmaciones.

La jefa de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Federica Mogherini, calificó de sorprendentes las cifras anunciadas por el CNE. "Hay que averiguar qué es lo que ha ocurrido en realidad", afirmó. Se espera que EEUU y los países latinoamericanos más cercanos al presidente Donald Trump, sigan una vía condenatoria que pase por alto el veredicto del Consejo de Expertos Electorales en Latinoamérica (Ceela). “Los comicios, que se han realizado democráticamente, reflejan auténticamente la voluntad de sus ciudadanos. Se cumplió con el procedimiento del CNE", dijo al respecto Nicanor Moscoso, presidente del organismo.

El director de Datanálisis, Luis Vicente León, consideró que el resultado electoral supone el "peor escenario" para la oposición y el chavismo porque afectará el desarrollo del diálogo para encauzar la crisis que entre abril y julio dejó decenas de muertos en la calle. León predice en ese sentido un fortalecimiento del ala dura de la MUD y también de sectores del Gobierno. También augura un endurecimiento de la posición de la comunidad internacional ante Maduro. "Las sanciones con impacto están cantadas". El presidente Nicolás Maduro recibió el reconocimiento de China, Rusia, Bolivia y Nicaragua. De modo que, a pesar de las elecciones, todo ha quedado como antes del momento del voto. "Esta es otra proeza del pueblo que ha dicho no a las sanciones y el intervencionismo", dijo Maduro y pidió aquello a lo que la MUD se niega: aceptar el veredicto de las urnas. Según el organismo electoral, un 61,14% de los venezolanos participaron en los comicios. De alguna manera se cumplió lo que temían algunos dirigentes opositores: el abstencionismo favorecería al Gobierno. "Hemos sacado el 54% de los votos frente al 45% de la oposición", celebró el presidente En algunos estados como Zulia y Miranda, un 40% de los electores se quedaron en su casa.

Una lección al mundo

Jorge Rodríguez, el jefe de campaña del chavismo, felicitó el lunes "al pueblo de bien" por haber protagonizado "una de las historias más heroicas". Los venezolanos "le demostraron al mundo cómo se ejerce la democracia. A quienes nos sancionan, nos bloquean y participan de la guerra mediática les decimos que aprendan del ejemplo que dio el pueblo y el CNE. Alguna gente debería pedir disculpas a las autoridades electorales. En otros países los resultados se dan una semana o 15 días después", afirmó.

Rodríguez rechazó de plano los argumentos de la MUD sobre los efectos de la alta abstención y las irregularidades. "Ya están cantando fraude otra vez. Qué vergüenza. Perdieron por 900.000 votos y no son capaces de admitirlo. La oposición es tan democrática que solo acepta las elecciones si gana: como si la selección argentina solo reconociera los partidos cuando Messi hace tres goles. La Asamblea Nacional Constituyente hará un recuento de todos los votos a petición del presidente. Mientras, ustedes sigan pidiendo sanciones para Venezuela. Muchas gracias señor Mariano Rajoy, por enseñarnos. Contrasta lo de Venezuela con lo que sucede en Cataluña".

Rodríguez, uno de los hombres más cercanos a Maduro y la cúpula militar, no perdió oportunidad de recordar los pronósticos fallidos de los encuestadores. "Como siempre, el día después hay que desmontar las patrañas que se montaron sobre esta elección. Muchas encuestadoras erraron: deberían devolver el dinero. Mintieron, manipularon. Dijeron que la baja participación favorecía a las fuerzas de la revolución". Para Rodríguez, el voto chavista "se está recomponiendo" a los niveles de 2008, cuando Hugo Chávez gobernaba sin adversarios a la vista.