El referendo revocatorio tensa en extremo la disputa entre el Gobierno venezolano y la oposición. Cada día irrumpe una nueva querella que parece convertir en letra muerta las declaraciones sobre una solución negociada. El secretario de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Jesús Torrealba, pidió a la Fiscalía General de la República y a la Defensoría del Pueblo que investigue la amenaza de purga que lanzó uno de los principales dirigentes del chavismo a los empleados del Estado favorables a una consulta que decida el futuro del presidente Nicolás Maduro.

Jorge Rodríguez, uno de los más activos referentes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), dijo que los opositores al Gobierno que trabajan en el sector público deben tener “otro destino laboral”. Según Rodríguez, cinco ministerios ya recibieron una lista de funcionarios, con cargos directivos, que estamparon su firma a favor del revocatorio.

Esas personas cuentan con un plazo “de 48 horas” para resolver si se quedan o no en sus puestos. “De manera categórica que no puede haber en cargos directivos personas que estén en contra de la revolución”, aseguró Rodríguez.

Para Torrealba, el chavismo “está violando el derecho constitucional de expresarse políticamente”. Torrealba no ahorró críticas al Gobierno por el modo que enfrenta la situación. “¿Cómo van a atreverse a tratar de traficar con el hambre y la necesidad del venezolano, a amenazar al venezolano con botarlo de su trabajo para que pierda el sustento de su familia?”. Eso, añadió, “es chantaje y extorsión“.

INVITACIÓN A DENUNCIAR AL OPOSITOR

El primer vicepresidente del PSUV, Diosdado Cabello, había advertido que, además de la lista “con nombres y apellidos” de los funcionarios del Estado a favor del referendo, se estaba elaborando otra con los que se encuentran en las gobernaciones y alcaldías. La decisión del Gobierno es que “no quede” ningún opositor. “No puede ser, a estas alturas, 17 años después, que nosotros tengamos ‘escuálidos’ -término despectivo con que se califica a los opositores- dirigiendo las instituciones del Estado”, dijo.

“Si usted como obrero se entera de algún trabajador que votó en contra de Chávez o Maduro, tiene todo el derecho de protestar (…) Es una revolución, al frente de la instituciones tiene que haber revolucionarios. En una revolución nadie puede estar en contra del Presidente”.

La MUD, que controla el Congreso, busca garantizar en la calle la realización de la consulta. El 1 de setiembre la coalición reclamará que se aceleren los tiempos electorales. Rodríguez consideró que la convocatoria “busca generar violencia” y el chavismo “no lo va a permitir”. La MUD acaba de pedirle al Consejo Nacional Electoral (CNE) que fije la fecha para la recolección del 20% de las firmas del padrón electoral que habilitará el referendo revocatorio. La oposición cree que sobre la base de las movilizaciones y la presión internacional es posible que la consulta se celebre antes de que concluya 2016.

El ESPEJO DE ERDOGAN

De acuerdo con la reciente encuesta de Keller y Asociados, Maduro, un 73% de los consultados votaría en contra de Maduro. El presidente cree que esa es una campaña de desprestigio de los mismos sectores que llevan adelante una “guerra económica”. Algunos analistas suponen que Maduro trata de demorar el escenario electoral hasta el 2017 y por eso pasa de la cautela a la exaltación.

Sus adversarios, que tampoco se guardan invectivas, todavía se preguntan qué quiso decir cuando comparó a Venezuela con Turquía. Erdogan se va quedar como un niño de pecho para lo que va a hacer la revolución bolivariana si la derecha pasa la frontera del golpismo. Y no lo digo por decirlo: estoy preparado para hacerlo y me sabe a casabe lo que diga la OEA (Organización de Estados Americanos) y lo que diga el imperialismo norteamericano. ¡Atrévanse, que aquí está la clase obrera y el pueblo unido! Quiero paz… quiero diálogo… quiero prosperidad… y lo vamos a conquistar”.