Grecia ha cumplido sus obligaciones y el grifo de la financiación sigue abierto. Tras una maratoniana noche de negociaciones, al más puro estilo heleno, el Gobierno griego alcanzó "un acuerdo preliminar" con los acreedores que pone las bases para el cierre de la segunda evaluación del programa de rescate. "Hay fumata blanca, hemos llegado a un acuerdo sobre todos los temas", dijo el ministro de Finanzas griego, Euclides Tsakalotos, a la salida de la última ronda de reuniones, que duró casi 12 horas, y reconoció que la delegación de sus país se queda con un sabor agridulce.

Y es que pese a que Grecia ha cumplido con creces los objetivos, el camino hacia la recuperación completa parece todavía muy lejano. Consiguió en el 2016 un superávit primario del 3,9% del PIB (e incluso 4,2% en los términos del rescate) y estuvo muy por encima de lo calculado por las instituciones (con excepción de la Comisión Europea). El acuerdo alcanzado prevé la reducción en el gasto público de un 2% del PIB en el 2019 y 2020, algo ya esbozado en distintos acuerdos del Gobierno heleno a nivel europeo.

Para el 2019, Grecia recortará el 1% de su PIB en gasto de pensiones, lo que se traducirá en una reducción media de alrededor del 9%, pudiendo llegar hasta el 18%, lo que ratifica el decimotercer recorte en este capítulo desde el inicio de la crisis. Al año siguiente, en el 2020, Grecia deberá reducir el mínimo exento de imposición, actualmente situado en los 8.636 euros, para rebajar otro 1% del PIB el gasto público.

Durante estos últimos e intensos días de negociaciones algunos de los puntos avanzaron rápidamente, como el asunto de la energía, mientras que otros, como la apertura de los comercios los festivos, estancaron la negociación. En este último aspecto el Gobierno griego y las instituciones acordaron más domingos y festivos de apertura y la ampliación de las zonas denominadas "turísticas" en las que los comercios tendrán más flexibilidad.

7.000 MILLONES

A pesar de todo este acuerdo es solo el primer paso de muchos hasta que Grecia pueda recibir el desembolso de alrededor de 7.000 millones de euros que le permita hacer frente a sus obligaciones de deuda en julio. Este acuerdo deberá pasar por el nivel técnico de Gobierno heleno y acreedores, y deberá ser posteriormente refrendado por el Eurogrupo del 22 de mayo.

Al mismo tiempo Grecia deberá aprobar en el Parlamento las medidas acordadas sin que se rompa la mayoría gubernamental, sobre todo amenazada por las tensiones dentro del partido gobernante, Syriza.

Por último las instituciones europeas -Comisión Europea (CE), Banco Central Europeo (BCE) y Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) deben ponerse de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para la participación de este último en el rescate al país, pues el organismo con sede en Washington la ha ligado a un alivio de la deuda helena.

SOLUCIÓN PARA LA DEUDA

Este será precisamente uno de los futuros puntos de fricción entre acreedores y Grecia, pues el primer ministro griego, Alexis Tsipras, ha declarado en anteriores ocasiones que solamente aplicará las medidas acordadas para 2019-2020 en caso de que haya una solución para la deuda.

El cierre de un acuerdo era necesario para dar vía libre a un nuevo desembolso del programa de 86.000 millones de euros concedido a Grecia de cara a que el país pueda afrontar los vencimientos previstos en julio.