Un hombre de 42 años fue asesinado de un disparo en la cabeza tras gritar "Viva Nicaragua libre!" frente una caravana de militantes sandinistas, y la casa de uno de sus familiares fue consumida por un incendio mientras la víctima era enterrada, denunciaron el lunes los afectados y varios testigos.

El asesinato ocurrió la noche del domingo en la ciudad de Estelí, en el norte de Nicaragua, cuando Jorge Rugama Rizo estaba en la parte exterior de su casa y pasó la caravana sandinista, según relataron el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) y la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH), que recibieron las denuncias de los familiares de la víctima y de testigos del suceso.

El incendio, al que no acudieron los bomberos y que todavía no ha sido investigado por las autoridades, fue detectado esta la tarde, mientras los familiares de Rizo asistían al entierro en un cementerio local.

Los familiares y testigos denunciaron al Cenidh y a la ANPDH que el autor del disparo fue un conocido sandinista llamado Abner Pineda, supuesto paramilitar.

"Familiares de la víctima refieren que este (Rizo) se encontraba con su mamá en las afueras de su casa () cuando pasó la caravana sandinista, él dijo: "Viva Nicaragua libre!", razón por la que Abner le disparó mientras conducía", indicó el Cenidh.

La ANPDH coincidió en señalar que los familiares de Rizo "apuntan a que el asesino de su pariente es Abner Pineda, trabajador de la Alcaldía de Estelí y simpatizante del régimen Ortega Murillo", en referencia al presidente del país, Daniel Ortega, y a su esposa y vicepresidenta nicaragüense, Rosario Murillo.

El Cenidh calificó el incendio como un crimen, condenó enérgicamente estos actos perversos y exigió al Gobierno de Nicaragua una investigación inmediata y exhaustiva.

Los dueños de la casa incendiada afirmaron que los bomberos, regidos por el Gobierno, se negaron a dar auxilio por ser día feriado en Nicaragua.

El asesinato de Rugama Rizo ocurrió después de que Ortega pronunciara un discurso con ocasión del 41 aniversario de la revolución sandinista, rodeado por al menos siete funcionarios con sanciones internacionales por supuestas violaciones de derechos humanos, en el que repudió el asesinato en 1934 del héroe nacional Augusto César Sandino.

Sandinistas que presenciaron el asesinato admitieron la autoría de Pineda y señalaron que, después de disparar, se dirigió a una estación de la Policía Nacional. Pero apoyaron al agresor en sus redes sociales con frases como "¿qué harías vos si sos atacado por un delincuente antisocial?", o "reconocido antisocial atacó a militante sandinista, quien actuó en defensa propia".

Se desconoce si el presunto autor del disparo está detenido o acusado.

Por su parte, los opositores y activistas de los derechos humanos reclamaron que se haga justicia.

Según el Cenidh, los ataques de policías y paramilitares sandinistas contra las manifestaciones antigubernamentales iniciadas en 2018 dejaron al menos 325 muertos. La ANPDH sostiene que desde ese año hasta enero pasado el número de muertos ascendió a 684.

Ambas organizaciones se quejan de que hasta ahora solamente un paramilitar ha sido investigado y juzgado en Nicaragua, tras haber matado a una estudiante brasileña en julio de 2018, y fue liberado un año después.

Ortega ha insistido en que se defiende de un "golpe de Estado fallido", del que ha responsabilizado a Estados Unidos y a la Iglesia católica.