La historia se repite, y muy bien podría ser el anticipo de lo que el mundo será testigo en los meses a venir, hasta que se celebren las elecciones presidenciales en EEUU. Piratas rusos probablemente vinculados al servicio de inteligencia militar conocido como GRU han intentado penetrar en el sistema informático de la empresa gasística Burisma, en cuyo Consejo de Administración trabajó Hunter Biden, el hijo de Joe Biden, exvicepresidente norteamericano y principal candidato demócrata a disputar la presidencia al magnate Donald Trump en la carrera hacia la Casa Blanca, según ha publicado el prestigioso diario estadounidense The New York Times.

De acuerdo con los expertos consultados por el diario, dada la naturaleza del ataque informático, su amplitud y el momento en que se produjo, lo más plausible es que los hackers estuvieran buscando materiales comprometedores sobre el hijo de Biden con el objetivo de dañar las aspiraciones presidenciales de su progenitor. Las revelaciones, a buen seguro, agitarán el debate político interno en EEUU, en un momento en que el Senado se dispone a juzgar a Trump, acusado de presionar al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, para que investigara a su rival político.

Para sorpresa de los observadores, los métodos empleados por los piratas informáticos rusos para penetrar en los sistemas de Burisma son muy similares a los usados durante la campaña previa a los comicios del 2016 en los ordenadores del Partido Demócrata.

Al parecer, los atacantes usurparon la personalidad de individuos o empresas de confianza de empleados con el objetivo de obtener sus contraseñas y nombres de usuario, lo que en algunos casos surtió efecto y en principio, les permitió acceder a información confidencial.

ACCIONES E INTERESES / «Los ataques han tenido éxito», declaró Oren Falkowitz, cofundador de Area-1, una firma de seguridad de Silicon Valley, quien en el pasado había trabajado en la Agencia Nacional de Seguridad. No está claro, sin embargo, de qué materiales lograron apoderarse los intrusos. Durante la campaña del 2016, piratas vinculados a Fancy Bear o al GRU enviaron emails fraudulentos; en esta ocasión, además del recurso a los correos falsos, los atacantes abrieron páginas web falsas que imitaban gráficamente a las pertenecientes a compañías subsidiarias de Burisma.

De confirmarse las revelaciones, se certificaría, una vez más, la coincidencia de las acciones e intereses de Rusia con el comportamiento Trump. De hecho, todo apunta a que los hackers buscaban exactamente lo mismo que el presidente de EEUU aspiraba a obtener cuando conminó a Zelenski a investigar y a revelar posibles materiales comprometedores vinculados al hijo de su principal competidor en la liza presidencial.