En Yemen, 120 mil niños corren el riesgo de morir de hambre debido a los combates prolongados y la imposibilidad de acceder a víveres y medicamentos esenciales, mientras que la desnutrición pone en jaque a un millón de mujeres embarazadas o lactantes.

En un país golpeado por casi cuatro años de guerra, se estima que habrá 1,5 millones más niños en 2019 en comparación con el año anterior, que necesitarán asistencia humanitaria urgente. Esta es la alarma lanzada por Save the Children, la organización que suma 100 años de lucha para salvar a niños en riesgo y garantizarles un futuro, en coincidencia con la conferencia de donantes para Yemen, que se celebró hoy en Ginebra.

LA CRUDA REALIDAD INFANTIL

"Hablamos con los niños yemeníes todos los días, nos hablan de la destrucción que ven a su alrededor y nos dicen que necesitan paz, comida, agua potable, atención médica y su deseo de volver a la escuela para estudiar. Desafortunadamente, sus voces siguen sin ser escuchadas", dijo Tamer Kirolos, director de Save the Children en Yemen.

"Las organizaciones y agencias de la ONU en Yemen trabajan día y noche, a pesar de las dificultades, para brindarles a los yemeníes y a los niños el apoyo y la asistencia que necesitan", añadió. “Los líderes reunidos en Ginebra tienen en sus manos las vidas y el futuro de millones de niños vulnerables”, agregó

Por eso, “pedimos a la comunidad internacional que aumente sus esfuerzos para proporcionarles alimentos, protección, educación y apoyo psicosocial, solo invirtiendo en estas áreas será posible reducir el daño a largo plazo del conflicto sobre la población de Yemen, y en particular sobre mujeres y niños", concluyó Tamer Kirolos.

DETENER LAS ARMAS

Para mantener en alto la atención sobre la guerra en Yemen, Save the Children, como parte de la nueva campaña "Detener la guerra contra los niños", lanzó una petición online pidiendo a Italia que detenga la exportación de armas de inmediato, las que utiliza en Yemen la coalición saudí. Los armamentos, en particular, se producen en la fábrica de RWM en Domusnovas, Cerdeña, y su uso por parte de la aviación saudí se confirmó en el informe final del grupo de expertos en Yemen, encargado por la ONU.