Lucía Pérez fue drogada, violada y empalada en la ciudad balnearia de Mar del Plata. Murió a los 16 años, después de que los asesinos lavaran su cuerpo, le cambiaran la ropa y la dejaran a un hospital. Los médicos no lograron reanimarla. Silvia Ruiz estaba en pareja desde hacía ocho meses. Cuando decidió terminar la relación su novio la mató y luego se arrojó a las vías del tren. Vanesa Moreno discutió con su pareja y este le quitó la vida. Que todos los crímenes sucedan con escasa diferencia de tiempo ha dejado de ser solo una crueldad del azar. En los primeros 16 días de octubre tuvieron lugar en Argentina 19 feminicidios.

En medio del estupor, un grupo de mujeres reunidas bajo la consigna “Ni Una Menos” convocó para este miércoles a la primera huelga general de género de la que se tenga memoria. “En tu oficina, escuela, hospital, juzgado, redacción, tienda, fábrica o donde estés produciendo. #NosotrasParamos. Basta de violencia machista, vivas nos queremos”. La suspensión de actividades será de tres horas y cuenta con el apoyo de dos centrales sindicales, el kirchnerismo, los partidos de izquierda y la ONG feminista La Casa del Encuentro. La protesta continuará en la Plaza de Mayo, frente a la sede presidencial. La consigna para todas y todos es ir ahí de negro. Lo mismo ocurrirá en 20 provincias. Organizaciones de México y Chile decidieron replicar en sus países las movilizaciones.

Entre junio de 2015 y el mismo mes de 2016, cuando se realizaron las dos masivas movilizaciones de #Ni una menos, fueron asesinadas en este país 275 mujeres. El caso Pérez, por su saña y brutalidad, volvió a poner el problema en un urgente primer plano. “Jamás vi una conjunción de hechos tan aberrantes”, dijo la fiscal, María Isabel Sánchez. Miles de personas salieron indignadas a las calles de Mar del Plata para exigir justicia. Mientras los medios detallaban con cierto morbo el destino atroz de la adolescente en una ciudad administrada por un alcalde de derechas, en otra ciudad, Rosario, 400 kilómetros al norte de la capital, 70.000 personas se habían reunido en el marco del 31º Encuentro Nacional de Mujeres en defensa de la igualdad de género. La marcha terminó con una inusitada represión policial.

UN FEMINICIDIO CADA 36 HORAS

Antes que el rostro angelical de Lucía Pérez llegara a las pantallas, el lugar de la noticia luctuosa lo habían ocupado por unas horas otras víctimas. De Silvia Filomena Ruiz se supo que había sido acuchillada por su expareja. Marilyn Méndez tenía de 28 años y un embarazo de tres meses. Un metal atravesó su cuerpo. Vanesa Débora Moreno, de 38 años, murió de la misma manera, apuñalada por su marido en la localidad bonaerense de Lanús.

El Tribunal Supremo contabilizó 235 femicidios en 2015, uno cada 36 horas en promedio, y 10 asesinatos más que en 2014. El 18% de las víctimas tenía menos de 20 años.

La violencia de género tiene una penosa historia de naturalización. El tango ha sido uno de los reductos más recalcitrantes delmachismo. Edmundo Rivero, una de las glorias del género, cantaba “Toalla mojada” y “Amablemente” sin ruborizarse. La primera canción cuenta la historia de un proxeneta golpeador, el “macho Aldo Saravia”. El otro tango relata cómo un hombre que encuentra a su mujer con otro en su casa, deja ir al amante y luego se cobra su venganza. “Besuqueándole la frente, con gran tranquilidad, amablemente, le fajó treinta y cuatro puñaladas”.

“Si te agarro con otro te mato/ te doy una paliza y después me escapo”, cantaba tres décadas atrás Cacho Castaña. La legislatura de la ciudad de Buenos Aires lo declaró en 2008 “ciudadano ilustre”. Por entonces su alcalde era el actual presidente Mauricio Macri. Castaña acaba de recibir la misma distinción de la localidad bonaerense de Vicente López que administra Jorge Macri, primo del jefe de Estado. El Gobierno se ha comprometido a implementar todos los recursos necesarios para hacer efectivo el Plan Nacional de Acción para la Prevención, la Asistencia y la Erradicación de la violencia contras las Mujeres, así como elaborar estadísticas oficiales y actualizadas sobre feminicidios. La exigencia de que se cumpla con la palabra empeñada se escuchará otra vez en Plaza de Mayo.