La tensión bélica entre la India y Pakistán, dos potencias nucleares, mantiene en vilo al mundo. A pesar de que no es la primera vez que estos dos países asiáticos vecinos se han enfrentado con las armas, la actual crisis adquiere un dramatismo especial por las incursiones que desde hace dos días llevan a cabo aviones de combate de los dos países en territorio enemigo. Tanto la Unión Europea como la ONU pidieron ayer el cese de hostilidades, lo mismo hizo China y Estados Unidos, este último a través del secretario de Estado, Mike Pompeo, que habló por teléfono con sus homólogos indio y paquistaní.

Tanto Nueva Delhi como Islamabad informaron ayer del derribo de aviones de combate. Pakistán aseguró haber abatido dos cazas indios, mientras que la India dijo haber derribado uno paquistaní, al tiempo que reconoció haber perdido también uno de sus aparatos. El portavoz del Ejército paquistaní, el general mayor Asif Ghafoor, dijo que una de las aeronaves cayó dentro de la Cachemira paquistaní y la otra en la zona india de esa región disputada por ambos países desde 1947 y por la que han luchado dos guerras y varios conflictos menores.

«Un piloto indio fue arrestado por las tropas sobre el terreno», aseguró Ghafoor. Para demostrar la veracidad de su versión, el Ejército paquistaní mostró fotografías de soldados inspeccionando supuestos restos del fuselaje del aparato indio que cayó a su lado de la frontera, así como imágenes del piloto, que se encuentra ahora bajo su custodia.

Ghafoor denunció que los cazas indios violaron el espacio aéreo paquistaní después de que Pakistán llevase a cabo bombardeos en territorio indio. También dijo que el ataque de sus aviones no había causado «pérdidas humanas o materiales». El Ministerio de Exteriores indio, por su parte, aseguró que Pakistán trató primero de atacar sin éxito «instalaciones militares en el lado indio» y que se produjo un «combate aéreo» en el que derribaron un caza paquistaní y perdieron otro de sus aparatos.

Las versiones contradictorias no son nuevas en el cruce de acusaciones entre los dos países. El martes no lograron ponerse de acuerdo sobre las consecuencias de la incursión india en territorio paquistaní.

Por un lado la India dice haber matado a más de 300 terroristas del grupo que atentó el pasado 14 de febrero en la Cachemira india, con lo que buscaban prevenir nuevos ataques, mientras que Pakistán aseguró que el bombardeo impactó en una zona montañosa despoblada.

TELÓN DE FONDO / En medio de la confusión, las autoridades de ambos países suspendieron ayer las operaciones en varios aeropuertos del norte de la India así como en «todo» Pakistán, si bien en muchos casos los vuelos fueron retomados pasadas unas horas.

Como telón de fondo, continúan las habituales violaciones del alto el fuego a los dos lados de la frontera de Cachemira entre militares indios y paquistaníes, además de las convocatorias mutuas de diplomáticos.

En el primer intento de apaciguar los ánimos, el primer ministro paquistaní, Imran Khan, llamó ayer al diálogo. «Sentémonos juntos y arreglemos esto dialogando (...) Con las armas que tenemos, ¿podemos realmente permitirnos un error de cálculo?», se preguntó. Como respuesta, el Ministerio de Exteriores indio subió el tono: «La India se reserva el derecho a tomar acciones firmes y decisivas para proteger su seguridad nacional, soberanía e integridad territorial contra cualquier acto de agresión o terrorismo transfronterizo», advirtió.