El Gobierno de la India ha asegurado este martes ante el Tribunal Supremo del país que no reclamará a la reina Isabel II de Inglaterra el emblemático diamante Koh-i-Noor que adorna su corona, porque aunque proviene de la India, "no fue robado ni usurpado de manera forzosa". Se pone así a un conflicto de constantes reclamaciones del diamante por parte de la India, antigua colonia británica. Sigue abierta, sin embargo, una reclamación de Pakistán, que reivindica la propiedad de la piedra.

El fiscal general Ranjit Kumar, en representación del Ministerio de Cultura indio, ha recordado al tribunal que fue el marajá Duleep Singh, cuando tenía 13 años, quien entregó a los británicos el preciado diamante de 105 quilates. Por ello, y en base a la ley india de 1972 de Tesoros y Antigüedades, Nueva Delhi solo pedirá el retorno de aquellos objetos de su patrimonio que hayan sido extraídos de manera ilegal del país.

Ante esta declaración del Ministerio de Cultura, el juez T. S. Thajur, que instruye el caso, ha señalado que se pronunciara cuando sepa el posicionamiento del Ministerio de Exteriores indio y cuando reciba un informe al respecto que ha pedido al Gobierno. Thakur ha advertido al Ejecutivo de que si decide no reclamar el diamante a la Corona británica, el país podría tener "un problema si en el futuro decide reclamarlo".

La respuesta de la cartera de Cultura llega tras la petición que le formuló hace nueve días el Tribunal Supremo, que atiende un caso sobre el diamante interpuesto por la organización Frente de Justicia Social y Derechos Humanos.

MAYOR DIAMANTE PULIDO DEL MUNDO

El Koh-i-Noor, que significa Montaña de Luz en urdu, es uno de los mayores diamantes pulidos del mundo y forma parte de las joyas de la Corona desde que la reina Victoria fue proclamada emperatriz de la India en 1877. Actualmente se guarda en la Torre de Londres. En las últimas décadas han sido constantes las reclamaciones del diamante tanto de la India como del vecino Pakistán, ambos parte de la India Británica y separados en 1947 tras la descolonización.

El penúltimo caso en Pakistán ocurrió el pasado diciembre, con una demanda a la reina Isabel II en el Alto Tribunal de Lahore para que devuelva el emblemático diamante al país asiático. El Reino Unido, sin embargo, ha permanecido impasible ante estas peticiones. El primer ministro británico, David Cameron, dijo en el 2010 durante una visita a la India que el diamante permanecería en Londres ya que si lo devolvía llegarían reclamaciones de otros países y "el Museo Británico se vaciaría".

Dados los precedentes, es improbable que la joya sea devuelta por el Reino Unido, pero si lo hiciesen existiría el problema de a qué país se lo da, pues tras ser descubierto en la actual India ha pasado por manos mogoles, iranís y afganas, hasta ser entregado por el marajá Singh a los británicos en suelo hoy paquistaní.

El anuncio del Gobierno indio coincide con el final del viaje a la India y Bután del príncipe Guillermo y su esposa Kate Middleton, posible heredera ésta del diamante, debido a que una leyenda afirma que solo las mujeres pueden portarlo sin que caiga una maldición sobre ellas.