Conmocionado aún por las masacres de El Paso y Dayton y con el debate abierto sobre el papel de los discursos racistas y xenófobos de Donald Trump, EEUU ha reaccionado con indignación ante una fotografía tomada en Galveston (Texas) en las que se ve a dos policías montados a caballo llevando a un hombre negro con una cuerda. Una imagen que retrotrae a los tiempos más duros de la esclavitud en el país.

La foto se ha viralizado y los internautas han expresado su estupor y su condena. Hasta el punto de que el jefe de policía de Galveston, Vernon Hale, se ha visto obligado a disculparse. "Pido disculpas al señor Neely por esta humillación innecesaria", ha dicho.

El hombre al que llevan esposado y atado a una cuerda es Donald Neely, detenido por un delito de violación de la propiedad. El jefe de la policía, Vernon Hale, ha justificado que no se pudo trasladar al detenido en un vehículo policial porque no había ninguno libre en ese momento y solo estaban disponibles agentes de la policía montada. Así que Neely fue escoltado a pie, atado a una cuerda, entre dos policías montados a caballo.

El jefe de policía ha admitido que, aunque esta técnica de traslado de un detenido está prevista para ciertas circunstancias, los agentes "tomaron una mala decisión". "Tendrían que haber esperado a una patrulla motorizada pero no actuaron con malicia", ha dicho Hale. En un comunicado en Facebook, la policía de Galveston ha anunciado que han "cambiado inmediatamente el protocolo para evitar el uso de esta técnica" y también se revisarán "todos los métodos de la policía montada".

"ESTAMOS EN EL 2019, NO EN 1819"

En las redes numerosos ciudadanos han reclamado que los agentes sean sancionados por haber dado a Nelly un trato degradante. "Estamos en el 2019, no en 1819", ha denunciado James Douglas, presidente de la delegación en Houston de la NAACP, la principal organización en defensa de los derechos de los afroamericanos".

"Un hombre negro atado a una cuerda y llevado por dos agentes de policía, en el 2019. Debemos denunciar lo que es: racismo", ha subrayado Beto O'Rouke, originario de Texas y candidato demócrata a las presidenciales del 2020.