Las imágenes son brutales. Una decena de personas agreden con mucha violencia a otra que queda tendida en el suelo tras más de un minuto de patadas, puñetazos y barbaridades. En el suelo, Yuriy, un adolescente de 15 años que permanece en estado grave en coma en un hospital francés.

Las redes, con el apoyo de personalidades como el futbolista Antoine Griezmann y el actor Omar Sy, han reaccionado conmovidas a la brutal agresión este sábado. Los hechos ocurrieron el pasado 15 de enero en París y Yuriy aún está hospitalizado en estado grave.

La familia del joven confirmó recientemente la agresión del adolescente y compartió las duras imágenes de la paliza que rápidamente se han viralizado. En ellas se ve cómo una decena de jóvenes en ropa deportiva y chaquetas con capucha patean y golpean a Yuriy en el suelo en una plaza iluminada por farolas, antes de abandonarlo herido.

Las muertas de afecto y ánimo se han ido sucediendo el la red. "Imágenes insoportables. Sé fuerte Yuriy y ponte bien", tuiteó Antoine Griezmann el sábado. "Buena recuperación Yuriy, pienso en ti y en los tuyos", escribió Omar Sy en la red social. "Imágenes tan violentas como insoportables. Maldito grupo de cobardes! Todo mi apoyo para Yuriy y su familia", tuiteó por su parte el nadador Amaury Leveaux.

"Un atentado de increíble salvajismo", un "acto vil", por su parte denunció, todavía en Twitter, el ministro del Interior, Gerald Darmanin, mientras se investiga por "intento de homicidio en una reunión" se ha abierto.

Empieza a recuperarse

"Yuriy está mejor, empieza a despertar, a querer hablarnos, a moverse, y eso es muy buena señal", dijo el sábado su madre, Nataliya Kruchenyk, entrevistada por BFMTV frente al hospital Necker. "A Yuriy le rompieron la nariz, el brazo, los hombros, las costillas y los dedos. Pero sobre todo le rompieron el cráneo en varios lugares. Tuvo una operación de más de seis horas, estuvo en coma durante más de una semana ", ha explicado.

"El pronóstico es bastante alentador, ya que ha comenzado a mover los brazos y las manos para no quedar paralizado", explicó. "Ahora no sabemos cómo lo vamos a encontrar. ¿Se acordará de nosotros, de poder hablar, trabajar, jugar al fútbol, como antes? Nadie puede saberlo porque es demasiado pronto". Según ella, su hijo estaba con un grupo de amigos después de salir dl instituto cerca del centro comercial Beaugrenelle, un barrio de negocios en el distrito 15 de París, cuando fueron "sorprendidos por un grupo de jóvenes que llegaron de quién sabe dónde.