Tienen prisa y mucha. Aún antes de celebrarse las elecciones generales del domingo, esta semana el Movimiento 5 Estrellas (M5S) --los indignados de Italia-- ya ha enviado por correo electrónico la lista de los ministros de su Gobierno al presidente de la República, Sergio Mattarella. Ignora así la premisa constitucional de que el candidato a primer ministro solamente los propone y es el jefe del Estado quien los nombra.

Paolo Gentiloni, primer ministro en funciones, definió como «un festival surreal» que «por primera vez, un Gobierno en la sombra se presenta antes de las elecciones». «Ha sido un acto de cortesía», le rebatió Luigi Di Maio, de 32 años, candidato por el movimento fundado por el cómico Beppe Grillo, que se inspira en lo que llaman la «democracia directa», por lo que todas sus decisiones se toman «consultando la red»; es decir, después de un referéndum entre los inscritos.

Según los últimos sondeos públicos, el M5S gozaría de un apoyo entorno al 27,8%, que, de confirmarse el domingo, le convertiría en el primer partido del país, el segundo en escaños por la ventaja de las coaliciones, ya que la formación no ha establecido alianzas con nadie. Actualmente tiene 163 parlamentarios (entre la Cámara de Diputados y el Senado), que en su mayoría entregan una parte del sueldo a un fondo de microcréditos para pequeñas y medianas empresas.

Nacieron como anticasta política y han mantenido su virginidad contra viento y marea. «Si el M5S no obtiene la mayoría lanzaré una llamada a todos», explicó Di Maio, por lo que, de ganar, se presentará al Parlamento con un programa: «Nos confrontamos y lo firmamos, no estamos dispuestos a una gran coalición».

En su programa, el M5S propone una «renta de ciudadanía» universal para los que no disponen de recursos: 812 euros para un soltero/a y 1.706 euros para una pareja con dos hijos. Promete rebajar la edad de jubilación y los años de contribución a la Seguridad Social.