El presidente de Irán, Hasan Rohaní, ha anunciado este miércoles que su país reduce sus compromisos adquiridos con el acuerdo nuclear del 2015 y da un plazo de 60 días al resto de firmantes del pacto para que cumplan con las exigencias de Irán. El anuncio se produce en plena escalada de tensión con EEUU y justo un año después de que Donald Trump abandonara el llamado Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, en sus siglas en inglés), firmado también por Rusia, China, Francia, el Reino Unido y Alemania. Tras retirarse unilateralmente del acuerdo, Washington volvió a imponer sanciones a Irán en agosto y noviembre pasados, incluidos a su sector bancario y petrolero.

En un discurso televisado, Rohaní ha informado de que desde ahora no van a vender el uranio enriquecido ni el excedente de agua pesada y que sus exigencias para volver a la situación previa es que se levanten las limitaciones a las transacciones con el sistema bancario iraní y a la venta de petróleo.

"Tras la violación de EEUU, Irán renunciará a dos acciones que realizaba hasta hoy. Es decir, cada vez que nuestra producción de uranio enriquecido alcanzaba los 300 kilos, lo vendíamos a dos países. Hoy lo suspendemos y también dejamos de vender agua pesada", ha subrayado Rohaní.

DOS MEDIDAS

Esta medida, ha precisado el líder iraní, tiene "una duración de 60 días", plazo en el que esperan una reacción positiva del resto de firmantes del JCPOA respecto a las exigencias planteadas. "Si durante estos 60 días se mantienen nuestros principales intereses, especialmente la venta del petróleo y la eliminación de sanciones bancarias, volveremos a las condiciones anteriores", ha añadido.

De no ser así, Irán tomará dos medidas: "El primer paso es que ya no tendremos un nivel limitado de enriquecimiento; es decir, ya no cumpliremos con el compromiso de mantener el enriquecimiento en el 3,67%". El segundo paso consistirá en completar el reactor de agua pesada de Arak, cuya renovación iba a hacerse con la ayuda de la contraparte del pacto, el llamado Grupo 5+1.

ACCIÓN PARA "SALVAR" EL ACUERDO

No obstante, Rohaní ha asegurado que la reducción de sus compromisos nucleares es una medida dirigida a "salvar" el JCPOA, y ha destacado que Irán "no ha elegido el camino de la guerra, sino el de la diplomacia". "El acuerdo sigue en pie. Anunciamos nuestra reducción, no nuestra salida (...) El acuerdo necesita una cirugía, esta es para salvarlo y no para destruirlo", ha insistido.

Ha reiterado que Irán no ha abandonado la mesa de negociaciones y siempre está dispuesto a dialogar "en el marco del acuerdo nuclear, ni una palabra más ni una menos". "Hoy estamos empezando la negociación con un nuevo lenguaje. Ahora es jurídico, mientras que ayer era diplomático y amistoso", ha dicho Rohaní, haciendo hincapié en que Irán ha tenido mucha paciencia y ha esperado todo un año. En este sentido, ha recordado que los puntos 26 y 36 del JCPOA precisan que Irán tiene derecho a reducir sus compromisos si las otras partes no cumplen con sus obligaciones.

Sobre el resto de firmantes del acuerdo, Rohaní ha lamentado que pese a que hubo "buenos pasos", a su juicio todos fueron de palabra y no prácticos ya que, ha dicho, en el plano económico los europeos son "cautivos" de EEUU.

El JCPOA limita el programa atómico de Irán a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales, pero desde la salida de EEUU se ha visto debilitado. Europa ha adoptado una serie de medidas para contrarrestar las sanciones estadounidenses, entre ellas un canal especial de pagos, pero por ahora no han tenido éxito.