Los daños son cuantiosos. La factura será astronómica. Pero, si se tienen en cuenta los vaticinios catastrofistas de las autoridades, la devastación de algunas islas del Caribe o el dramatismo casi pornográfico de la cobertura televisiva, podría decirse que el huracán 'Irma' ha sido compasivo con Florida. Tras recorrer la península de sur a norte y perder intensidad por el camino, 'Irma' se dirigía el lunes hacia Georgia, ya convertido en una tormenta tropical que ha dejado inundaciones en lugares como Jacksonville o Daytona Beach. Es pronto para evaluar sus consecuencias, pero por el momento cerca de seis millones de personas están sin electricidad en todo el estado y en algunos puntos podrían pasar semanas hasta que se restablezca la corriente. Cinco personas han muerto en Florida, lejos de las 24 fallecidas en el Caribe.

Para millones de evacuados comienza ahora la vuelta a casa. En los supermercados de Pensacola, en el noroeste del estado, algunos compraban bidones de gasolina para afrontar el trayecto, dada la escasez que impera en algunas estaciones. La vuelta será angustiosa y caótica, pero ni siquiera en localidades como Naples, donde 'Irma' tocó tierra el domingo por segunda vez, la destrucción es tan significativa como se había temido. Su alcalde, Bill Barnett, afirmó que se han producido “daños estructurales mínimos”, con algunos tejados arrancados, postes de la luz y árboles abatidos, y bajos anegados. Tanto Naples como Fort Myers, Tampa o Tallahassee mantienen el toque de queda para que los servicios de emergencia puedan hacer mejor su trabajo.

Crecida de mareas

En Miami los aeropuertos siguen cerrados. La capital económica del estado vio el domingo con horror como la crecida de las mareas convertía las calles de su distrito financiero en ríos procelosos, pero las aguas parecen haber remitido. Aquí y allá hay señales arrancadas, ramas y escombros esparcidos por las calles. Pero podría haber sido mucho peor. El paseo marítimo de Miami Beach está casi intacto, según el principal diario de la ciudad. “Las calles están vacías. Es una Miami muy hermosa y extraña”, decía al 'Miami Herald', el residente Carlos Castillo.

Donde más estragos parece haber hecho el huracán es en los Cayos, un archipiélago paradisíaco al sur de la península. Las autoridades peinan ahora sus islotes en busca de supervivientes y, por el momento, no permiten a los evacuados que regresen a comprobar cómo han quedado sus casas. La frustración es la norma. Varios residentes le han contado a la prensa que la próxima vez ignorarán las órdenes de evacuación. “Este es el motivo por el que la gente no cumple con las evacuaciones”, decía Marc Serota. “No es que no tengan miedo. Lo hacen porque temen que no les permitan regresar para ver cómo han quedado sus hogares”.

Los huracanes ponen a las autoridades ante un dilema imposible. ¿Evacuar o no evacuar? En Houston, anegado por la tormenta tropical 'Harvey' recientemente, se optó por no hacerlo, después de que años atrás docenas de personas murieran en las carreteras por golpes de calor tras cumplir con las órdenes de evacuación. En Florida, se hizo lo contrario: las órdenes afectaron a 6.5 millones de personas. Pero con toda seguridad, muchos acusarán ahora a las autoridades de crear un alarmismo exagerado, lo que dejará un poso de escepticismo de cara a los próximos fenómenos meteorológicos extremos que, debido al cambio climático, serán cada vez más frecuentes y devastadores.

Regresar a casa

Cerca de 155.000 personas pasaron el domingo en 573 refugios repartidos por todo el estado. Muchos empezarán hoy a regresar a sus casas. En Tampa, la tercera ciudad del estado, estaba llamada a ser una de las más perjudicadas, dado que el huracán barrió Florida subiendo hacia el norte por la costa oeste, pero también allí los daños parecen ser mucho menores de lo esperado. “Seguimos en pie”, ha dicho su alcalde, Bob Buckhorn. “Cuando se haga de día y vuelva la luz nos daremos cuenta de que hemos tenido mucha, mucha suerte”.

El presidente del país, Donald Trump, ha pasado la jornada en Washington rindiendo tributo a las víctimas del 11-S y, como ya hizo en Tejas, se ha dedicado a aplaudir el trabajo de las autoridades y los servicios de emergencia. Trump ha anunciado que piensa viajar a Florida “muy pronto”.