Italia ha confirmado este jueves 993 muertos a causa del coronavirus en las últimas 24 horas, el peor dato registrado desde el comienzo de la emergencia por la pandemia a mediados de febrero, según el boletín del Ministerio de Sanidad.

Este aumento de los fallecidos eleva el balance provisional a las 58.038 víctimas mortales en Italia desde el comienzo de la pandemia el 21 de febrero.

Por otro lado se han confirmado 23.225 nuevos contagios, el mayor aumento de los últimos cuatro días, aunque entre ayer y hoy se ha hecho un elevado número de pruebas diagnósticas, más de 226.000.

La cifra se conoce horas antes de que el primer ministro, Giuseppe Conte, firme un nuevo decreto con restricciones. En concreto, el Gobierno ha planteado la prohibición de desplazarse entre regiones entre el 21 de diciembre y el 6 de enero, mientras que el 25 y el 26 de diciembre y el 1 de enero también estará prohibido desplazarse entre municipios, salvo por exigencias laborales o motivos de salud.

Además, se mantendrá el toque de queda en vigor entre las 22.00 y las 5.00 horas, si bien en Nochevieja se prolongará hasta las 7.00 horas del 1 de enero. Por lo que se refiere a las tiendas, podrán abrir hasta las 21.00 horas, salvo los festivos, mientras que los centros comerciales cerrarán los fines de semana.

Los restaurantes abrirán los días festivos hasta las 18.00 horas, como hasta ahora, mientras que en los hoteles solo será posible ofrecer servicio de habitaciones a partir de esa hora a los huéspedes. Los italianos tampoco podrán trasladarse a su segunda residencia en el periodo navideño.

Campaña de vacunación

En otro orden de cosas, el comisario extraordinario para la emergencia, Domenico Arcuri, ha indicado que Italia podría haber completado la vacunación de toda su población "entre el segundo y el tercer trimestre de 2021". Según ha explicado en una comparecencia parlamentaria, "el plan para la distribución y el suministro de las vacunas está sustancialmente listo". "Cuando haya vacunas estaremos listos", ha recalcado.

El miércoles, el ministro de Salud, Roberto Speranza, había indicado que el Gobierno preveía la vacunación gratuita y voluntaria de los ciudadanos, empezando por los grupos de riesgo y confiando en llegar a una "inmunidad de grupo". Asimismo, señaló que el plan es adquirir algo más de 200 millones de dosis, más que suficiente para vacunar a toda la población italiana.