Las polémicas no dejan de salpicar a los Trump. Esta vez ha sido el turno de la hija del presidente estadounidense, Ivanka Trump, y su marido, Jared Kushner. Según ha revelado el diario 'The Washingotn Post', el matrimonio no permite a los agentes del Servicio Secreto asignados a su seguridad usar ninguno de los 5 aseos de su residencia. A los guardaespaldas les ha tocado desde hace tres años buscarse un baño fuera de la lujosa residencia de la hija de Trump en Washington para hacer sus necesidades en horario laboral.

Durante las horas en las que prestaban servicio, los agentes tuvieron que llegar a conducir para poder ir al aseo. De acuerdo a vecinos y agentes de policía, al principio recurrieron a un baño portátil situado en la calle frente a la lujosa residencia, pero pronto, el resto de inquilinos del exclusivo vecindario se quejaron. Tras ello, llegaron incluso a usar el garaje de la casa del ex presidente Barack Obama, y la del vicepresidente Mike Pence. Finalmente, alquilaron un local cercano. Desde septiembre de 2017, cuando empezaron a prestar servicio en la residencia, esta excéntrica petición del matrimonio ha costado al erario público estadounidense más de 100.000 dólares.