E l Gobierno británico ha impuesto nuevas medidas para luchar contra el coronavirus que regirán durante los próximos seis meses. Boris Johnson tomó como ejemplo lo que está ocurriendo en Francia y España para anunciar ayer nuevas restricciones a fin de doblegar la expansión de la segunda ola de la epidemia que ya hace mella en el Reino Unido. El número de contagios alcanzó ayer un nuevo récord con 4.926 nuevos casos en las últimas 24 horas, la cifra más alta desde principios de mayo. «Las pruebas muestran que el virus se extiende a grupos más vulnerables. Lo estamos viendo en Francia y España, donde eso ha llevado a un incremento de las hospitalizaciones y desgraciadamente a más muertes», declaró Johnson en la Cámara de los Comunes.

A partir de mañana, bares, restaurantes y pubs en Inglaterra deberán cerrar a las 10 de la noche. «Eso no quiere decir que a las 10 de la noche se puedan hacer las últimas peticiones. Será la hora de cierre y la Policía se encargará de que así sea», aclaró Johnson. El Gobierno ha dado marcha atrás y ahora pide a quienes puedan trabajar desde casa que lo sigan haciendo. Desde el verano comenzó una campaña del Ejecutivo para el retorno a las oficinas. Incluso se envió una carta requiriendo que el 80% de los funcionarios estuvieran en sus centros laborales a finales de septiembre.

A partir del lunes, el número de personas permitido en las bodas se reduce a la mitad y queda en 15. El regreso del público a los estadios previsto para principios de octubre se aplaza sine die , al igual que la apertura de los centros de congresos. «Debemos reconocer que la difusión del virus afecta a nuestra capacidad de reabrir las conferencias económicas, las exposiciones y los eventos deportivos», indicó.

Johnson considera que las nuevas restricciones estarán en vigor hasta la primavera. «A menos que hagamos un progreso palpable asumimos que las restricciones que he anunciado estarán en vigor quizá durante seis meses. Hasta que esto cambie, este virus es un hecho en nuestras vidas y debo decir a esta Cámara y al país que nuestra lucha contra él va a continuar», puntualizó.

Desde la oposición, el líder laborista, Keir Starmer, prometió una vez más colaborar constructivamente en la lucha contra la epidemia, pero advirtió de que «un segundo confinamiento no es inevitable y algo así sería un enorme fracaso del Gobierno», dijo.

Escocia instaura el toque de queda en los mismos establecimientos a las 10 de la noche y queda prohibido visitar en lugares cerrados a personas con las que no se conviva. H