Boris Johnson, el gran favorito para ser elegido nuevo primer ministro, ha sido acusado por sus contrincantes y por la prensa de «quedarse sentado en el sofá» mientras el resto de candidatos se pelean con las preguntas de los medios de comunicación. Sobre todo, le reprochan que haya rechazado participar en el debate en la BBC del próximo martes con todos los candidatos que queden en liza.

De hecho, Johnson ha sido el último candidato en presentar su campaña para las primarias, cuya primera votación se celebrará hoy. Presentó su candidatura ayer y solo concedió seis preguntas A los periodistas. Dos de ellas hacían referencia a la confesión que hizo en el año 2007 de que había consumido cocaína y cannabis en su etapa universitaria en Oxford. Eludió responder.

La cuestión del consumo de sustancias ilegales es el juicio al que se están sometiendo todos los candidatos en cada entrevista durante la campaña. Al que más está afectando a nivel de imagen es a Michael Gove, principal rival de Johnson, tras admitir que consumió de cocaína hace 20 años.

ESCRUTINIO PÚBLICO / «Todas las personas que aspiran a ser primer ministro deben estar abiertas al escrutinio público y ofrecer entrevistas de televisión porque esta es la mejor manera de que los ciudadanos sepan si es la mejor persona para el cargo», dijo sobre Johnson Matt Hancock, ministro de Sanidad y uno de los diez candidatos a suceder a Theresa May al frente del Partido Conservador y el Ejecutivo. Hancock se mostró especialmente modesto por su rechazo a participar en el debate televisivo del martes.

Otro de los candidatos, Mark Harper, exjefe de disciplina del partido, dijo que Johnson «debería ofrecer respuestas claras a las preguntas sobre su consumo de cocaína». También Michael Gove acusó al candidato favorito de esconderse. La ministra Nicky Morgan, una de las aliadas de Gove, señaló que «ya vimos durante la campaña del referéndum (de 2016) que Michael (Gove) era quien daba la cara en los debates y se sometía al escrutinio de la prensa». Johnson y Gove formaron un tándem inseparable durante la consulta.

El diario Daily Mail señaló que Johnson, «a pesar de ser el principal favorito, no puede quedarse sentado esperando a que vayan cayendo sus rivales», y le acusó de adoptar la «mentalidad búnker». Ayer salió de su «búnker» y se personó ante los medios para presentar su candidatura. Desde que May anunció su dimisión el pasado 24 de mayo, tan solo se había manifestado a través de vídeos o de sus columnas semanales en el Daily Telegraph, donde suele exponer sus pensamientos políticos.

MENSAJE A LA UE / Reiteró que es imprescindible que el Reino Unido se prepare de forma «seria y robusta» para salir de la UE sin acuerdo para enviar el mensaje a los negociadores europeos de que están listos para volver a negociar. El domingo advirtió a la Unión Europea (UE) que no pagaría la factura de salida acordada si no llegaban a un acuerdo beneficioso para el Reino Unido.

Johnson quiere eliminar del acuerdo legal la garantía que obliga al Reino Unido a quedarse en parte en la unión aduanera de forma indefinida y negociar un acuerdo de libre comercio. El ministro alemán para Europa, Michael Roth, le lanzó un serio aviso a Johnson. Le espetó que «ni la UE ni sus estados miembros pueden ser chantajeados» y que no están dispuestos «a renegociar el acuerdo al que se llegó sobre el brexit».

También refirió a su gestión como alcalde de Londres durante ocho años. Explicó que consiguió reducir el crimen, incrementar las viviendas sociales, atraer inversión extranjera y transformar la ciudad. Y ahora quiere trasladarlo a nivel nacional. Preguntado por su particular estilo poco diplomático y a veces ofensivo de decir las cosas, aseguró que no tiene intención de cambiar y que los ciudadanos se están distanciando de los políticos precisamente porque estos no les hablan con claridad. «Seguiré hablando de forma directa», sentenció.