«No vayáis a la frontera, no está abierta. Si alguien te dice que puedes ir libremente a Europa, porque está abierta, no es verdad». El alto representante para la política exterior de la Unión Europea, el español, Josep Borrell, interpeló ayer a los inmigrantes que se encuentran en Turquía para evitar que sigan acudiendo al paso fronterizo con Grecia y arremetió contra Ankara por utilizar políticamente la crisis migratoria. «Animar a los inmigrantes y refugiados a intentar cruzar ilegalmente a la UE no es la forma aceptable para Turquía de presionar para recibir más ayuda de la UE», criticó el jefe de la diplomacia europea.

Tal y como anunciaron los 27 ministros de Interior el miércoles, Borrell recordó que la UE «tomará todas las medidas necesarias, de acuerdo con la legislación europea e internacional, para respetar la integridad de las fronteras». El comunicado adoptado insiste en que la situación es «inaceptable», avisa de que no tolerará el paso ilegal de inmigrantes y urge a las autoridades turcas y las organizaciones que trabajan en territorio turco a confiar en este mensaje y evitar la diseminación de información falsa: «Si queremos evitar situaciones críticas hay que saber la verdad. No pueden decir a la gente que vayan a la frontera, que está abierta. Hay dejar de jugar a ese juego», insistió Borrell desde Zagreb tras una reunión de los ministros de Exteriores de la Unión Europea.

PRIORIDADES / «Es muy importante dejar claro que no nos dejaremos chantajear», recordó por su parte el ministro austriaco Alexander Schallenberg, para quien «el comportamiento de Turquía es completamente inaceptable». Al hilo de esto, los ministros de Exteriores también reiteraron que esperan que Ankara cumpla con las disposiciones del acuerdo cerrado con la UE en el 2016, para acoger a 3,6 millones de refugiados sirios en su territorio a cambio de 6.000 millones de euros, pero dejaron claro que por ahora no tomarán ninguna decisión sobre posibles fondos adicionales.

«Pueden ver que no se ha adoptado una decisión sobre la financiación adicional. Lo primero es contener el flujo de inmigrantes que creen que la frontera está abierta e intentan cruzar. No es una cuestión de apoyo financiero sino de comunicación», trasladó Borrell.

LA SITUACIÓN EN SIRIA / Además de la situación en la frontera greco-turca, los Veintisiete también abordaron el escenario en el norte del Siria. La Unión Europea ha recibido con cautela y esperanza el alto el fuego acordado el pasado jueves entre Rusia y Turquía. Según explicó el jefe de la diplomacia europea, la ofensiva del régimen de Bashar al Asad, apoyada por Moscú, ha creado «un sufrimiento humano incalculable» y ha provocado «la peor crisis humanitaria desde el inicio del conflicto sirio».

100 camiones con comida / Ahora, los Veintisiete esperan que el pacto sea «efectivo» y permita mejorar y facilitar el acceso de la ayuda humanitaria a la zona de Idleb, la más castigada en los últimos tiempos. «Una cosa está clara, un millón de personas tienen que dormir y comer todos los días. No hay nada allí a menos que no lo llevan las organizaciones humanitarias. Cada día 100 camiones atraviesan la frontera desde el lado turco. Pueden imaginarse las dificultades logísticas de llevar comida, medicinas y alojamiento a un millón de personas en medio de las montañas, el invierno y la guerra», sostuvo Borrell.