La cuarta ronda de negociaciones del 'brexit' se ha saldado esta semana con menos tensión que las anteriores pero lejos todavía del gran objetivo. Constatar que hay “progresos suficientes” para pasar a la segunda fase de las negociaciones como es la apertura de un diálogo sobre la futura relación. El negociador jefe de la UE, Michel Barnier, auguró el jueves que todavía serán necesarias semanas e incluso meses y el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha alertado este viernes que solo un milagro puede lograr que las conversaciones cumplan con la agenda diseñada.

“A menos que ocurra un milagro a finales de octubre, no tendremos progresos suficientes”, ha constatado Juncker a su llegada a la cumbre informal de jefes de Estado y de Gobierno de la UE que se celebra desde ayer en Tallin (Estonia). En tres semanas Barnier tiene que hacer balance ante los Veintisiete. Será en la cumbre de Bruselas del 19 y 20 de octubre y las señales no son todo lo positivas que deberían.

El discurso de Theresa May en Florencia la semana pasada, en el que pidió un período transitorio de dos años tras la salida y prometió seguir aportando dinero al presupuesto de la UE dos años más, ha ayudado pero no ha sido suficiente para despejar el camino.

“Al menos hay un poco más de claridad. No todo lo que queríamos escuchar, pero es un paso adelante. Podemos decir que las negociaciones van con retraso y probablemente necesitaremos un período transitorio o adicional para el 'brexit' y este es el mensaje que debemos asumir abiertamente entre nosotros”, ha constatado la presidenta de Lituania, Dalia Gribauskaite, satisfecha no obstante con que haya al menos un poco más de claridad. “No todo lo que queríamos, pero es un paso adelante”, ha advertido. Y lo mismo el canciller austriaco, Christian Kern. “Necesitamos propuestas sobre la mesa. Aprecio el discurso de May, pero ahora hay que trabajar intensamente sobre propuestas”, ha añadido.

Toque de atención de la Eurocámara

La UE es consciente de que las conversaciones del divorcio avanzan con extremada lentitud, que las propuestas sobre cómo resolver las tres grandes prioridades -derechos de los ciudadanos, factura del divorcio y frontera de Irlanda- son o demasiado ambiguas o inexistentes y que lo más probable es que las conversaciones se tendrán que retrasar hasta diciembre. Es de hecho lo que piensa la Eurocámara, que en un borrador de resolución pactado por los cinco grandes grupos de la Cámara -y que se votará en el pleno de la próxima semana- constatan que las negociaciones de la futura relación comercial tendrán que retrasarse.

Theresa May ha optado en Tallin por mostrar su cara más optimista. “Se han hecho buenos progresos y eso ha quedado claramente reflejado en las declaraciones de Davis y Barnier”, ha señalado. Es más, la británica ha aprovechado su visita a Estonia para mostrar su compromiso “incondicional” con la defensa de Europa tras el 'brexit'. “Aunque abandonemos la UE en el 2019, el Reino Unido está comprometido incondicionalmente a mantener la seguridad europea y seguirá ofreciendo su ayuda y asistencia a los estados miembros de la UE en caso de agresión armada, terrorismo o desastres humanos y naturales”, ha prometido durante un breve desplazamiento con Emmanuel Macron a una base de la OTAN situada cerca de la frontera con Rusia. Y de hecho, May ha abogado por mantener la cooperación, para hacer frente a desafíos como la ciberseguridad, y por desarrollar una relación “profunda y especial” porque es en interés del Reino Unido y también de la UE.