El pesimismo siempre ha sido un estado de ánimo palpable en Bruselas. El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, lo admite pero también que el brexit ha alterado la situación y que lo que ahora toca es explicar que la salida de Reino Unido del club no es ni el fin del sueño ni del proyecto europeo. De visita oficial en Malta, el país que ocupará hasta el próximo 30 de junio la presidencia semestral de la Unión Europea, Juncker ha advertido que “considerar el 'brexit' como el principio del fin sería un gran error”.

“Tenemos que explicar ahí fuera que la salida de Reino Unido no significa el fin del proyecto europeo. Hay diferentes cuestiones en las que progresar más pese a la marcha de los británicos. Quiero ser realista. Considerar el 'brexit' como el principio del fin sería un gran error”, ha explicado durante una breve rueda de prensa junto al primer ministro maltés, Joseph Muscat.

Aunque ni Juncker ni Muscat han mencionado el asunto del 'brexit' en su intervención inicial se trata sin duda alguna del gran tema que marcará la agenda política de los 28 durante este primer semestre del año. Los líderes europeos esperan que la premier británica,Theresa May, active el artículo 50 del Tratado, que desencadena el procedimiento de salida, antes de que termine el mes de marzo y ya han previsto una nueva cumbre extraordinaria a 27 -sin May en la sala- para seguir hablando sobre el futuro de la UE sin Londres a bordo.

Este encuentro tendrá lugar el próximo 3 de marzo en La Valetta (Malta) y dará continuidad a la cumbre de Bratislava celebrada en septiembre pasado. “Se nos ha encargado que organicemos la mayor deconstrucción que jamás hemos tenido. No es la perspectiva que tenía cuando me convertí en presidente de la Comisión Europea. He querido jugar un papel constructivo. Llevar la integración europea a un punto de no retorno”, ha asegurado Juncker.

"EL ACUERDO NO PUEDE SER MEJOR"

Ahora toca, sin embargo, repensar y negociar y los dirigentes de la UE lo hacen con un frente unido en torno a las líneas rojas que ya se marcaron a finales de junio tras el referéndum: no hay negociación sin noticiación y no hay acceso al mercado interior si no se respetan las cuatro libertades fundamentales en las que se basa la UE. “Queremos un acuerdo justo para el Reino Unido pero ese acuerdo debe ser inferior a la pertenencia. No puede ser que lo que se negocie sea mejor que la situación actual”, ha avisado Muscat.

El primer ministro maltés también ha dejado claro que al final serán los dirigentes europeos quienes tendrán que encerrarse a tomar decisiones y que la sensación que tiene es que el frente sigue estando unido. “No nos implicaremos en negociaciones bilaterales hasta que haya un acuerdo europeo”, ha explicado reivindicando también la implicación del Parlamento Europeo en el proceso para evitar enfrentamientos posteriores.