La fiscalía de Nueva York ha presentado una demanda contra la Fundación Trump, la entidad sin ánimo de lucro de la familia del presidente de EEUU a la que acusa de cometer «persistentemente actos ilegales». Tras más de dos años de investigación, la demanda sostiene que la fundación utilizó sus fondos para resolver litigios judiciales contra las empresas del magnate, para organizar actos de campaña o para realizar donaciones a otras organizaciones caritativas. En definitiva, para beneficiar los intereses privados de la familia Trump, en lugar de cumplir con su misión de servicio público. Nada lo ilustra mejor como los 10.000 dólares que la entidad destinó a un retrato del magnate que luego acabó adornando uno de sus campos de golf.

La demanda de la fiscala del estado, Barbara Underwood, pretende disolver la fundación y prohibir que Trump vuelva a ser parte de una entidad sin ánimo de lucro durante 10 años. También le exige el pago de multas en concepto de restitución por las presuntas irregularidades que habría cometido al utilizar los fondos de la entidad para atender a los negocios y actividades de la familia del magnate. «Todo esto resultó en múltiples violaciones de las leyes estatales y federales», afirma Underwood en la demanda.

El documento también acusa a los hijos mayores del presidente de abdicar de la responsabilidad de supervisar las actividades de la fundación. Creada en 1987, Trump no le dio un solo dólar de su bolsillo entre 2008 y 2015. La mayor parte del dinero provino de los empresarios del wrestling Vince y Linda McMahon a la que el presidente nombró más tarde secretaria de la Administración de Pequeñas Empresas. El litigio constata que el presidente Donald Trump utilizó los fondos de la fundación para pagar acuerdos extrajudiciales después de que sus empresas fueran demandadas.