La todavía secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kirstjen Nielsen, anunció que su "número dos", Claire Grady, también dimite, por lo que ambas dejarán sus cargos este miércoles. "Grady ha ofrecido al presidente su renuncia, efectiva mañana. Durante los últimos dos años, Claire ha servido con excelencia y distinción. Ha sido un activo invaluable para el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), una fuerza constante y una voz bien informada", dijo Nielsen en Twitter.

El presidente de los EEUU, Donald Trump, anunció la salida del Gobierno de Nielsen, la máxima responsable de la política migratoria y fronteriza de su Administración. T ambién anunció que a partir de mañana ocupará el puesto de Nielsen de forma interina el actual jefe de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), Kevin McAleenan, en un anticipo del futuro en el departamento de Grady, que teóricamente era la primera en la línea de sucesión.

LA POLÍTICA MIGRATORIA DE TRUMP

En su sacudida al DHS, Trump también reemplazó al jefe del Servicio Secreto, Randolph Alles. La salida de Nielsen cierra un agrio capítulo en el Gobierno de Trump por la política migratoria de la llamada "tolerancia cero", que consistió en la separación de familias inmigrantes que cruzaban la frontera de forma irregular.

También las diversas estrategias para frenar la llegada de solicitantes de asilo centroamericanos. Pese a la mano dura ejercida por Nielsen, la secretaria también se convirtió en foco de críticas por parte de Trump al no lograr contener el flujo de migración en la frontera sur, que este pasado mes de marzo alcanzó cifras récord en la última década.

Según anunció el CBP, a lo largo del pasado mes la Patrulla Fronteriza estadounidense detuvo a 92.607 inmigrantes, un gran aumento respecto a los 66.884 de febrero y los 47.984 de en enero. Además, la cifra de familias migrantes arrestadas en la frontera aumentó en un 375 % entre octubre (inicio del año fiscal) y marzo respecto al mismo periodo del año fiscal anterior.