Los Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europeasiguen trabajando este viernes contrarreloj con el objetivo de lograr un acuerdo que les permita ofrecer al primer ministro británico,David Cameron, un pacto lo suficientemente atractivo como para que regrese a Londres y haga campaña por el sí en el referéndumsobre la permanencia en la UE que ha prometido celebrar.

Las negociaciones se intensifican, tras una primera ronda de encuentros bilaterales celebrada esta pasada madrugada con los países más reticentes.

La intención del presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, es celebrar una nueva tanda de encuentros bilaterales a partir de las once de la mañana y reunir al Consejo Europeo a partir de la 13.30 para un almuerzo, frente al desayuno anunciado originalmente.

“Hemos hecho algunos progresos pero queda mucho por hacer”, admitía el polaco al filo de las dos y media de la madrugada, durante la breve declaración realizada tras la primera sesión de trabajo y una cena que se prolongó por espacio de seis horas y en la que enrareció el debate la decisión austríaca de imponer un techo a las solicitudes de asilo a gestionar diariamente.

Tras esa breve intervención ante la prensa, Tusk y el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, se reunieron cara cara primero con Cameron y después con el primer ministro checo,Bohuslav Sobotca -que presidente el grupo de países que forman el Visegrado (República checa, Eslovaquia, Hungría yPolonia)-, con el presidente francés, François Hollande, y el primer ministro belga, Charles Michel.

MÁS GARANTÍAS

Todos ellos quieren más garantías y las negociaciones avanzan algo más lentamente de lo esperado, tanto que el English breakfastanunciado originalmente para las 11 de la mañana se convertirá ahora en una comida. “Nos puede llevar algo más de tiempo de lo que pensábamos”, admitía hace unas horas el primer ministro irlandés,Enda Kenny.

Cameron abandonaba la sede del Consejo sin hacer declaraciones pasadas las 5.30 de la madrugada. Otros, como el primer ministro italiano, Matteo Renzi, lo hacían “con un poco menos de optimismo” con el que llegaron el jueves a la sede 'Justus Lipsius' donde se reúnen los mandatarios europeos.

La cancillera alemana, Angela Merkel, volvía a confirmar que es una de las grandes aliadas de Cameron al insistir en que ve con buenos ojos la indexación de los beneficios por hijos, la demanda de Londres de querer supervisar las decisiones económicas en caso de que le afecten. “Todos los países quieren un compromiso. Tenemos que preparar la atmósfera para que sea posible”, insistía en rueda de prensa pasadas las tres de la mañana. “Muchos Estados miembros tendrán que aceptar un compromiso doloroso… Encontraremos una salida”, aseguraba.