Los países de la ONU acordaron que los líderes mundiales no viajen a Nueva York el próximo mes de septiembre y, en su lugar, intervengan con mensajes pregrabados en vídeo en las sesiones de alto nivel de la Asamblea General de la organización.

Esta fórmula, que responde a la pandemia del coronavirus, fue propuesta hace meses por el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, y ha sido aprobada formalmente ahora por los 193 Estados miembros.

La idea es que un diplomático de cada país se pueda sentar en el hemiciclo de la Asamblea y que quienes lo hagan sean miembros de las delegaciones que las naciones tienen de forma permanente en Nueva York.

Esa persona se encargará de presentar el mensaje en vídeo de su jefe de Estado o de Gobierno, que será retransmitido en las pantallas de la gran sala donde habitualmente se reúnen cada septiembre los líderes de todo el mundo.

Las reuniones de alto nivel de la Asamblea General convierten cada año a Nueva York durante unos días en la gran capital de la diplomacia internacional, con una infinidad de reuniones y actos paralelos que en esta ocasión la ONU celebrará de forma virtual para evitar la expansión del coronavirus.

Entre las citas clave de este año figura una cumbre para conmemorar el 75 aniversario de Naciones Unidas, que se celebrará en el mismo formato que los debates de la Asamblea.

La organización ha optado por un enfoque muy cauto y ha limitado al máximo las actividades en su sede central desde el pasado mes de marzo, cuando Nueva York se convirtió en uno de los grandes focos de la pandemia.