La llegada de refugiados a un nuevo destino tiene consecuencias económicas tanto en los precios de bienes y servicios como en el mercado laboral e inmobiliario. Así se han encargado de demostrarlo investigadores del Instituto de Economía de Barcelona, dependiente de la Universitat de Barcelona (UB), en un estudio centrado en ciudades del sureste de Turquía, uno de los países más afectados por la llegada masiva de inmigrantes como consecuencia del recrudecimiento de la guerra en Siria. El Índice de Precios al Consumo (IPC) se ha reducido en un 2,5% en las principales ciudades de acogida y el alquiler de vivienda ha subido un promedio del 5,5%.

El investigador del Banco Central de Turquía Semih Tumen, uno de los coautores del trabajo, cifra en 2,7 millones de refugiados -entre los registrados oficialmente y los que no- los que han llegado a territorio turco desde el año 2011. El impacto, constata el informe, ha sido especialmente visible en ciudades del sureste turco como Kilis, Hatay, Gaziantep, Sanliurfa y Mardin, donde los refugiados representan más del 10% de la población; a excepción de Kilis donde sobrepasa el 38%.

Según el especialista, la caída del IPC en un 2,5% está directamente relacionado con la incorporación de inmigrantes en el mercado de trabajo informal, "muy desarrollado en Turquía". Un 60% de los refugiados están en edad laboral, dispuestos a trabajar por salarios más bajos que los de la población nativa.El estudio constata que, en los sectores donde hay más economía sumergida, la caída de los precios ha llegado a ser del 4% mientras permanecen practicamente inalterables cuando en sectores legales.

MÁS BARATO PERO MENOS EMPLEO

Esta dinámica supone una de cal y una de arena para la población local en la economía sumergida porque, por una parte, se reducen los precios pero, por otra, se reduce la empleabilidad en la economía informal -una bajada 2,2% durante los últimos años-.La población local que ha quedado fuera de este mercado de trabajo informal por la llegada de la inmigración está en etapa formativa, lo que explica que el incremento de inscripciones en los centros de educación secundaria y en las universidades de la zona.

Con respecto al mercado inmobiliario, el precio de la vivienda de alquiler ha subido un 5,5% en la zona del sureste turco, con la particularidad de que el arrendamiento de baja calidad ha aumentado un 1,7% y el de alta un 11% -la explicación que da el informe es que la población local se marcha de los barrios donde llegan los inmigrantes buscando zonas que consideran mejores-.

"POSICIONES ANTAGÓNICAS"

El profesor Jesús Fernández-Huertas Moraga, de la Universidad Carlos III de Madrid, ha analizado la respuesta que está dando Europa a la crisis de refugiados. Entre las conclusiones más significativas destaca las posiciones "antagónicas" dentro de la UE con respecto a las estrategias de acogida."En países como Bulgaria, Dinamarca, Países Bajos y Suecia, la tasa de resoluciones favorables de asilos están entre el 70% y el 90% mientras que en Polonia, Hungría y Letonia las peticiones rechazadas superan el 80%", apunta el experto.

Teniendo en cuenta los resultados económicos del estudio, los investigadores coinciden en afirmar que, en el caso de Europa, "el esfuerzo de acogida no debería ser demasiado elevado ya que el número de potenciales refugiados dificilmente supere los cuatro millones para una población total de la Unión Europea de más de 500 millones de habitantes". Una cifra, según los autores de la investigación, "irrisoria" en comparación con las que manejan países como Turquía, el Líbano o Jordania, con 2,7 millones de refugiados, 1,1 millones y 640.000, respectivamente.