El Ministerio británico de Interior y Justicia anunció hoy la creación de una nueva unidad destinada a combatir los delitos de odio cometidos "online", en respuesta a su aumento tras el referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea (UE).

El llamado "Centro de Delitos de Odio Online" estará compuesto por agentes entrenados para apoyar a las víctimas e identificar a los que se esconden tras las pantallas de ordenadores y dispositivos móviles para perpetrar ataques de esa naturaleza, que incluyen el racismo y la xenofobia.

El departamento de Interior contribuirá con 450.000 libras (5.200 euros) a la financiación de este proyecto, cuyo coste total durante los próximos dos años se sitúa en los 1,7 millones de libras (1.900 millones de euros), informaron fuentes oficiales.

Un informe elaborado por la Oficina de Policía y Delitos de la Alcaldía de Londres (Mopac, sus siglas en inglés) identificó recientemente el papel que juega el escenario "online" en el incremento de delitos de odio contra individuos y comunidades.

En concreto, su análisis indicó que las redes sociales ofrecen a los delincuentes la ventaja del anonimato, lo que dificulta la tarea de las autoridades para llevarlos ante la Justicia.

También detectó que la respuesta de las fuerzas del orden ante este tipo de delitos es "inconsistente" debido a que los agentes carecen de la preparación técnica necesaria para desarrollar su trabajo.

La nueva unidad tratará de establecer vínculos con grupos de voluntarios que se dedican a rastrear la red en busca de incidentes de odio.

La policía británica informó el pasado mes de que los ataques de odio aumentaron un 20 % en Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte en la primera mitad de julio, respeto al mismo periodo del año anterior, tras la consulta sobre el "brexit" del pasado 23 de junio.

El número de incidentes de esa naturaleza alcanzó los 3.001 entre el 1 y el 14 de julio, mientras que en la segunda quincena de junio fueron 3.192.

Entre otras denuncias, el pasado 1 de julio, una semana después del plebiscito, el instituto español en Londres Vicente Cañada Blanch notificó a Scotland Yard una pintada racista en su fachada.

En la pintada, hallada dos días antes del referéndum en una zona visible del edificio, se leía "Foreign Pack" (panda de extranjeros).