El liderazgo del Movimiento 5 Estrellas (M5S) está en juego. Los pésimos resultados que en las elecciones europeas obtuvo el partido antisistema italiano, que en la actualidad lidera Luigi di Maio, ha abierto una brecha en el seno de la formación que forma parte del Gobierno en coalición con la ultraderechista Liga, de Matteo Salvini. El M5S obtuvo el 17,1% de los votos, frente al 32,8% que logró en los comicios generales del 2018. Una auténtica debacle que ha provocado que se escuchen voces pidiendo la dimisión de Di Maio.

Ante esta situación, el actual líder del partido resolvió ayer someter su liderazgo al voto de los afiliados, que se pronunciaron sobre si apoyan o no la gestión del joven dirigente de 32 años, que ocupa una de las vicepresidencias del Gobierno además de dirigir el Ministerio de Trabajo y Desarrollo Económico. «¿Confirmas a Luigi di Maio como jefe político del Movimiento 5 Estrellas?», es la pregunta a la que tuvieron que responder los militantes en la página web del partido, la plataforma Rousseau, el portal informático que permite a los afiliados participar en la redacción del programa político del partido y de las propuestas de ley, así como escoger a los candidatos para las elecciones locales o nacionales. Al cierre de esta edición no se conocía aún el resultado.

PACTO DE GOBIERNO / «No he escapado nunca de mis deberes y si algo hay que cambiar en el Movimiento lo haremos. Pediré el voto de los inscritos sobre mi cargo de jefe político, porque es justo que seáis vosotros los que os expreséis y los únicos a los que tengo que rendir cuentas de mis acciones», escribió Di Maio en el blog del partido. «El Movimiento 5 Estrellas nunca pierde: o gana o aprende. Y ahora estamos comenzando de nuevo. Volveremos más fuertes que antes, os lo aseguro. Buen voto a todos», añadió.

6,2 MILLONES DE VOTOS MENOS / El batacazo en las europeas y el auge de la Liga ha dejado al M5S en una posición de debilidad en la coalición gubernamental que forman con el partido de Salvini. En total, el M5E perdió 6,2 millones de votos, mientras su socio en el Gobierno, la ultraderechista Liga, se hizo con el 34% de las papeletas y se convirtió en el primer partido en Italia.

Aunque ambas formaciones han insistido en que el pacto de Gobierno tiene que durar los cinco años de la legislatura, las distancias cada vez son mayores y ahora los resultados de las elecciones al Parlamento europeo podrían forzar la crisis. Los comentaristas y medios italianos ya dan casi por hecha dicha crisis y avanzan la convocatoria de elecciones generales para finales de septiembre. También lanzan la hipótesis de que se está preparando el relevo en el M5S con Alessandro di Battista, que se alejó de la política durante un año para dejar espacio a Di Maio y con un perfil más batallador que el actual líder. Las críticas a Di Maio proceden de destacados dirigentes del partido, como el senador Gianluigi Paragone, que ha echado en cara al líder del M5S que concentre mucho poder y demasiadas funciones dentro del Gobierno italiano. «Si uno quiere actuar como Superman, debe de demostrar que lo es», afirmó Paragone el miércoles al diario Corriere della Sera. «A lo largo de estas últimas 48 horas se han dicho muchas cosas contra mí. Siempre he asumido mis responsabilidades y nunca he ahorrado esfuerzos en la campaña electoral», aclaró Di Maio. El fundador de M5S, el cómico Beppe Grillo, que mantiene todavía un gran peso en el partido, ha apoyado explícitamente a Di Maio.